La agencia de calificación crediticia Fitch ha rebajado la deuda de la comunidad autónoma andaluza tres escalones (de A a BBB) porque van a tardar más que el resto en recuperarse al tener una situación económica más débil y está sufriendo mayores presiones para refinanciar su deuda en 2012.
Además de a Andalucía, Fitch ha rebajado la calificación de la deuda de Asturias, País Vasco, Canarias, Cantabria, Madrid, Murcia y Cataluña; deja a esta última a un paso del llamado "bono basura" y coloca a todas ellas en perspectiva negativa.
Además, la agencia de medición de riesgo ha confirmado la calificación de Castilla-La Mancha (también a un escalón del bono basura), así como la de la ciudad de Madrid, aunque sitúa también a ambas en perspectiva negativa, lo que deja la puerta abierta a una futura degradación.
En un comunicado, Fitch dice que a las comunidades autónomas degradadas les va a resultar muy difícil cumplir con el objetivo de déficit comprometido (1,5 % del PIB en 2012) y cree que van a tener que hacer "esfuerzos considerables" para lograrlo.
No obstante, considera que todavía es posible cumplir con esa meta gracias en mayor medida a los recortes de gasto que al resultado de las reformas estructurales.
Asimismo, dice que no ayuda la negativa situación de la economía española, que está provocando una caída de los ingresos fiscales, y del deterioro de los mercados, que dificulta el acceso a financiación a largo plazo.
Como aspecto positivo, la agencia de calificación señala la reciente aprobación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria porque cree que servirá para controlar las eventuales desviaciones presupuestarias de las autonomías, que en última instancia pueden ser intervenidas si persisten en el incumplimiento.
También ve bien las medidas de austeridad incluidas en los planes de ajuste de las comunidades recientemente aprobados por el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), aunque considera que son "limitadas" las reformas estructurales llevadas a cabo hasta el momento, que tienen que ver con la sanidad y la educación.
Fitch cree que el hecho de que Asturias no tenga todavía el visto bueno de Hacienda para su plan económico-financiero "todavía no es causa de preocupación", pese a lo cual le ha rebajado dos escalones la calificación (de A a BBB+), lo mismo que a Cantabria.
Por otra parte, incide en que las autonomías tienen que hacer frente hasta final de año a importantes vencimientos de deuda y tiene en cuenta la "búsqueda activa" por parte del Gobierno de un mecanismo que permita a las comunidades financiarse en los mercados a largo plazo con costes asumibles.
Sobre la Comunidad de Madrid, Fitch explica que su degradación (de A a A-) se debe en buena medida al significativo incremento de su deuda entre 2010 y 2012, un nivel que considera "muy poco probable" que pueda reducir.
El País Vasco es la comunidad autónoma que se queda con la nota más alta, al pasar de AA a A+, mientras que las notas más bajas son las de Cataluña y Castilla-La Mancha (BBB-).
Fitch avisa de que el Gobierno, si flaquea en su "acción de apoyo y control" de las comunidades autónomas, podría llevar a cabo nuevas rebajas de calificación.