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La Aduana no era susceptible de protección para Cultura en junio

Omitió cualquier referencia al edificio en un documento enviado entonces al Ayuntamiento

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  • El Ayuntamiento sigue empeñado en derribar la Aduana, a pesar del anuncio de la Junta de conservarla.
  • El informe sobre el valor del inmueble se entregó cuatro meses antes a Peinado
  • El Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico tampoco la contempla en su base de datos
Si alguien creía que ya estaba todo dicho o escrito sobre la Aduana, se equivocaba. El Ayuntamiento aportó ayer una prueba más del modo “torticero” con que considera que la Junta de Andalucía ha actuado con respecto a este edificio. La alcaldesa, Teófila Martínez, sacó a la luz un documento firmado por la delegada provincial de Cultura, Yolanda Peinado, con fecha del 26 de junio de 2008, donde ocultaba cualquier intención o probabilidad de conservar este polémico equipamiento. 

El texto en sí es la respuesta ofrecida por el departamento autonómico a la relación de bienes protegidos --integrantes del patrimonio histórico andaluz del municipio-- que el Consistorio solicitó a principios de ese mismo mes, a fin de actualizar el catálogo general como consecuencia de la revisión del PGOU. Sin embargo, en aquella contestación, “no aparecía la Aduana ni ningún tipo de referencia en cuanto a su posible inclusión en un registro o inventario”, señaló ayer Martínez. 

Para la primera edil resulta muy sospechoso esta ausencia de “previsión”, cuando el informe de los historiadores contratados por Cultura para evaluar el valor de la Aduana fue entregado en febrero de 2008. Cuatro meses después, la Delegación ni siquiera informó al Gobierno local de que, al menos, estudiaba dotar al edificio de algún tipo de salvaguarda legal. Y, en cambio, sí le remitió un catálogo de torres-miradores, un trabajo de guardaesquinas y hasta una copia en CD de la Carta arqueológica de riesgos de la ciudad para que los responsables municipales tuvieran presentes estos elementos a la hora de fijar “convenientemente” los grados de protección urbanística. 

“Hasta ese nivel bajaron”, indicó la primera edil quien, visiblemente indignada, calificó de “película del Oeste” el proceder de la Junta en todo este asunto.

OTRO LISTADO
De otro lado, éste no es el único listado en el que no figura la Aduana. La regidora gaditana explicó ayer que tampoco se encuentra en la web del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, cuya base de datos recopila tanto los edificios catalogados como los susceptibles de recibir esta declaración en la comunidad autónoma. Así, en el caso de la capital gaditana hay un total de 340 inmuebles inscritos, entre los cuales llaman la atención, según la alcaldesa, “varias tiendas de regalo, una librería ya cerrada, una clínica dental, una notaría o un salón de actos del Colegio de Arquitectos”. Pero ni rastro de la Aduana. 

Igualmente, Martínez aseguró que si la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta termina incorporándola en el Inventario de Bienes Reconocidos del Patrimonio Histórico Andaluz, tras su paso por el Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea (RACC), “será la primera vez que le aprueban una petición a esa institución”. Además, la máxima autoridad municipal restó importancia al RACC, dado su carácter meramente informativo y su falta de competencias en esta materia. 

“La resolución definitiva depende de la Dirección General de Bienes Culturales, no de Yolanda Peinado”, recalcó ayer insistentemente Teófila Martínez. De ahí que vea aún factible la eliminación de la Aduana, pues “tan sólo nos han trasladado un anuncio y la decisión que adopten deberá motivarse”. En este sentido, apeló a la Ley 14/2007, donde se especifica que la incoación del expediente “habrá de notificarse en todo momento al Ayuntamiento”, que también podrá presentar alegaciones antes de que concluya la tramitación final. Una opción que el Gobierno local ya adelanta que pretende aprovechar. 

Sea como fuere, la alcaldesa sostuvo que este procedimiento no impedirá el desarrollo paralelo de las actuaciones previstas por el Consistorio en la Plaza de Sevilla, pues la Aduana “no era lo primero que había que hacer”. Según Martínez, antes hay otras prioridades, como el aparcamiento o el desdoble de la carretera, cuya ejecución garantizó.

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