El alcalde de Benamocarra y diputado provincial Abdeslam Lucena tiene dos opciones: dimitir o ser destituido, en opinión de Partido Socialista y de Izquierda Unida. Sus portavoces lo han solicitado hoy en el Pleno que ha reunido a los miembros del ente supramunicipal. Argumentan que su condena a seis meses de prisión y un año de inhabilitación para cargo público, aunque no es firme, es incompatible para mantener su actual responsabilidad pública.
Ambos grupos tiene previsto presentar un escrito en el registro oficial para solicitar a la secretaria general de la Diputación que emita un informe jurídico sobre la incompatibilidad de Lucena.
Los portavoces de ambos grupos, en la oposición al gobierno supramunicipal, consideran que la sentencia condenatoria que pesa sobre Lucena no es su único problema. Y se han referido a otras denuncias que consideran auténticos escándalos.
Es el caso de las acusaciones de enchufismo vertidas por los socialistas de Benamocarra. Su portavoz ha acertado ante notario el nombre de 14 de las 15 personas que han ocupado las plazas públicas convocadas por el Ayuntamiento. Un hecho al que el portavoz popular, Francisco Salado, le ha restado importancia.
El propio aludido, Abdeslam Lucena, ha asegurado que todo se trata de una campaña orquestada por los grupos de la oposición para desprestigiarle. Una actitud que achaca al hecho de que ni PSOE ni IU puedan ganarle las elecciones en su municipio.