Lo que empezó como un acto vandálico, con el corte de los candados del camión donde se ubican las cuadras de los ponis de una atracción ferial instalada estos días en El Rompido con motivo de las fiestas patronales de este núcleo turístico de Cartaya, pudo terminar en desgracia de no haber sido por la rápida intervención de la Policía Local de Cartaya, la Guardia Civil, un grupo de vecinos de El Rompido y el propietario de los animales, que tuvieron que afanarse para capturar la media docena de ponis que se dispersaron por la zona.
Según fuentes policiales, los hechos tuvieron lugar sobre las once de la mañana de este sábado, cuando se recibió aviso de que media docena de ponis de una atracción ferial campaba a sus anchas por El Rompido, resultando especialmente peligroso el caso de dos de ellos, que transitaban sin control por la carretera que atraviesa dicho municipio (HU-1112) y que conecta Cartaya y Punta Umbría, muy transitada ahora en verano.
Una pareja de agentes de la Policía Local tuvo que emplearse ‘a fondo’ para arrear desde su vehículo patrulla a ambas bestias por el tramo de carretera que discurre entre la parada de autobuses de El Rompido y la rotonda del faro (unos 300 metros), tarea que se vio especialmente complicada en ese tramo ya que al mismo tiempo, los agentes tuvieron que ir controlando el tráfico al paso de los ponis, llegando incluso a cortarlo en ocasiones, para evitar accidentes.
Una vez en la rotonda del faro los animales fueron conducidos hasta la avenida Virgen del Carmen, donde con la ayuda de sogas facilitadas por los vecinos, así como por éstos mismos, pudieron ser capturados por los agentes, que tuvieron que esquivar, según testigos presenciales, los numerosos bocados y coces que los asustados animales les lanzaron.
Tres de los cuatro ponis restantes pudieron ser capturados por un grupo de vecinos, y el otro por la Guardia Civil.
Según ha podido saber VIVA, las calles de El Rompido estaban atestadas de peatones as esa hora, sobre todo de jóvenes que aún no se habían acostado tras la fiesta de la madrugada anterior, por lo que la situación resultó aún más peligrosa, aunque finalmente todo acabó sin que se registrasen accidentes aunque, eso sí, más de uno se diese un buen susto.
Se da la circunstancia de que hace unos meses sucedió algo parecido en Cartaya, donde igualmente se escapó otro équido, en este caso un burro, de la Feria del Caballo y de madrugada, que también causó el pánico entre los conductores de la carretera nacional CN-431, y que tuvo que ser también capturado por los agentes de la Policía Local antes de que se produjese cualquier accidente.