La Isla se llena de devoción cofrade en la tibia tarde de un nuevo Lunes Santo

La cofradía sacramental de los Afligidos abrió un año más la tarde del Lunes Santo. Lo hizo a las seis de la tarde, un cuarto de hora más tarde que el año pasado, pero con el sol en todo lo alto, resaltando los reflejos dorados del extraordinario paso que tallara Antonio Martín.

No hubo novedades reseñables en el cortejo de la hermandad, aunque la culminación del paso y de la renovación de todas las túnicas y línea del cortejo bien merecía un año vacío de estrenos en el que degustar la imagen de la cofradía en la calle, aunque el verdadero motivo de la ausencia de estrenos, se centra en la adquisición de la hermandad de la nueva casa y almacén, tras verse obligados el pasado año a dejar el que tenían en la calle San Ignacio. A ello hay que sumar también la primera fase del altar para los titulares.

Los hermanos salen del templo con los cirios en inhiesta, como seña indicativa de que los titulares de la hermandad aún no han salido a la calle, posicionándose tras ello al cuadril.

El paso de la hermandad llevaba un lazo negro en señal de luto por varios hermanos de la hermandad como María del Carmen Pavón García, José Gómez Mier, Rafael Romero Sánchez y Manuel Morales Sánchez, entre otros.

El exorno del paso permanece invariable con su friso de claveles rojos, salteada con espumosa junto a la crestería dorada.

La estampa de los niños y niñas menores de 10 años con esclavina ha dado una nueva imagen a la hermandad, que incluso en ese caso cuida el detalle al máximo. Los pequeños portan canastos realizados en el centro de Unión de Parálisis Cerebral de San Fernando (Upace). La cofradía de los Estudiantes bajó la calle Ancha haciendo de ésta la calle de la Amargura. El olor a azahar de los naranjos se mezclaba con el del incienso que emanaba de los cuatro incensarios de los acólitos turiferarios que forman parte del cuerpo de 6 ciriales.

La Asociación de Jóvenes Cargadores Cofrades volvió a portar un año más el paso de los titulares, con Dominico Guillén Sánchez como capataz. Marchas de corte clásico para acompañar un misterio de gran belleza obra de Castillo Lastrucci.

La hermandad emprendía así una nueva estación de penitencia en una tarde conflictiva en cuanto a los horarios por la coincidencia de las tres hermandades que procesionan en el mismo entorno.

Varios hermanos de Afligidos se vieron sorprendidos al entrar en el templo y ver el paso del Cristo de la Vera-Cruz junto al de sus titulares, toda vez que la otra hermandad del barrio hará su salida este año desde la parroquia y no desde su capilla, actualmente en obras.

El cortejo de los Afligidos deja ver el trabajo desarrollado durante los últimos años, cuya transformación se consumó el año pasado con la incorporación de los escudos al capirote, lo que completaba el nuevo hábito nazareno.

En esta ocasión lucía también un lazo blanco en señal de rechazo a la Ley de Plazos del aborto que el Gobierno pretende aprobar.


Medinaceli
La tarde del Lunes Santo fue del todo distinta para los cofrades de Medinaceli. Ya lo había sido en los días anteriores cuando se ponían las flores de los pasos, cuando se ultimaban los detalles con el titular. Faltaba Antonio Outón Montiel, faltaba Tom, y eso era mucho, por eso los pasos mostraban un lazo negro en señal de luto y recuerdo del que fuera mayordomo de la archicofradía y también capataz del paso de Jesús de Medinaceli.

Este obligado recuerdo a quien durante años se dedicó a la hermandad, contrastaba también con el simbólico acto organizado en colaboración con la coordinadora de trasplantes de órganos de Cádiz. La archicofradía de Medinaceli realizaba su salida a las 18.45 horas, cuando la Carrera Oficial de la calle Real comenzaba a poblarse de público para ver el discurrir de la procesión.

Las negras túnicas de la hermandad iban avanzando, mientras en el interior del templo se daba la primera levantá al paso de Jesús de Medinaceli, que ofrecía una nueva imagen con la culminación de los respiraderos del nuevo paso, lo que de alguna forma muestra ya la imagen que ofrecerá el paso cuando cuente con los candelabros y con el dorado, los pasos que faltan para que culmine así el proyecto de Manuel Guzmán Fernández.

La venerada imagen de Jesús Cautivo y Rescatado procesionó sobre su clásico monte de claveles rojos, sobre los hombros de una cuadrilla de la JCC, entidad que en el día de ayer portaba la los pasos que procesionaban por las calles, 5 en total. La agrupación musical Santísimo Cristo de Humildad y Paciencia acompañó el paso del Señor Cautivo y Rescatado un año más.

Cuando el paso de la Virgen de la Trinidad se encontraba ante el palco de toma de horas de la Carrera Oficial, se llevó a cabo un simbólico acto con el encendido de una vela de la candelería, con el lema Vida tras la vida, a cargo del coordinador de trasplantes de órganos de Cádiz. Con este gesto la archicofradía se suma a la campaña iniciada por la Iglesia Católica para incentivar la donación del órganos, con el lema ‘No te lleves al cielo lo que necesitamos aquí’, título de la pastoral que ha realizado el cardenal arzobispo de Sevilla Carlos Amigo Vallejo.

La Banda Municipal de San Fernando acompañó el paso de palio de cajón de la Virgen de la Trinidad, exornado con claveles blancos.
Un año más hay que destacar la larga penitencia que procesiona tras el paso de Jesús Cautivo y Rescatado, una estampa que se ha convertido en clásica y que cada año se mantiene inalterable. Cientos de personas formaron parte de esta penitencia organizada tras el paso en una grandiosa tarde noche del Lunes Santo.

Ecce Homo
El barrio de la Pastora abrió su particular Semana Santa en una tarde esplendorosa, como hacía mucho tiempo que no ocurría. La cofradía del Ecce-Homo salía a la calle, después de los emocionantes momentos vividos en el interior del templo. Allí se recordaron a los hermanos fallecidos y por ello, la primera levantá del paso de misterio estuvo a cargo de Tony Galán, hijo de Antonio Galán, fallecido recientemente. El paso de misterio, que conservaba el exorno del pasado año con anturiums rojos y siemprevivas, mostraba un lazo negro en un candelabro, en recuerdo de los hermanos fallecidos. Más especial era el recuerdo en el paso de palio de la Virgen de la Salud, que llevaba tres velas con los nombres de Joaquín Lara, Antonio Galán y María del Carmen Pavón, un gesto con el que se quería tener presente a estos hermanos en la salida.

Los sones de la sevillana agrupación Santa Cecilia acompañaban por primera vez el paso de misterio de la hermandad. Una cofradía de capa que presenta una gran estética en su cortejo.

Las capas rojas de los hermanos que preceden el paso de misterio de la Presentación de Jesús al Pueblo, contrastan con los escapularios azules de las secciones de la Virgen de la Salud. Jesús del Ecce-Homo lucía las nuevas potencias en plata cincelada y dorada con piedras y cabezas de ángeles de marfil, obra del taller de Jesús Domínguez Machuca.

El apartado de estrenos se completó con pequeños detalles que colgaban de las maniguetas del paso de palio.

El pregonero de la titular y hermano, Rafael Gabaldón Foncubierta, fue el encargado de dar la primera levantá a un paso de palio exornado de forma exquisita con orquídeas por Antonio Luque Márquez.

La banda de música de la hermandad del Nazareno acompañaba el paso de palio. Por delante se presentaba una noche para enmarcar por la bonanza de las temperaturas.

La subida de la calle Marconi constituyó uno de los grandes momentos de la cofradía nada más salir. El barrio de la Pastora vivía el inicio de su Semana Santa con la primera de las tres cofradías que procesionan desde este templo.

Numerosos niños vestidos de monaguillos precedieron los pasos de los titulares de la hermandad, en lo que supone la garantía de futuro de la cofradía.