San Juan de la Cruz, doctor de la Iglesia Universal junto a Santa Teresa, cumbre de la poesía mística de la lengua española y patrono de los poetas de lengua castellana, escribió este libro pocos años antes de su muerte en 1591 y parece estar dirigido a algún discípulo suyo que profesara en la orden o a alguna comunidad conventual. El manuscrito llegó al convento de Andújar de la mano de alguno de los amigos y seguidores del santo reformador que vinieron a la ciudad después de morir éste.

Con el tiempo pasó a manos de la familia Piédrola, benefactores y protectores de los carmelitas de Andújar, hasta 1918 en que Rafael Pérez de Vargas, Conde de la Quintería, emparentado con los Piédrola por su matrimonio, lo deposita en la capilla de la Hermandad del Señor de la Paciencia, de la que era miembro, en la parroquia de Santa María, en un relicario barrroco a los pies del Señor en una hornacina en el retablo de esta capilla.

En octubre de 1975 el códice manuscrito fue restaurado en Madrid en el Centro Nacional de Restauración de Libros y Documentos. Ha participado en varias ediciones de “Las Edades del Hombre” y en distintas exposiciones de primer orden. También se ha utilizado para autentificar la letra de escritos atribuidos al santo.

Se trata de una obra de gran interés. Está editado en fascímil y se puede adquirir en la propia parroquia. Está compuesta por dichos o sentencias de vida espiritual que, aunque fuese dirigido a religiosos, puede aplicarse a todo cristiano y con plena vigencia en la actualidad a pesar de contar con más de 400 años:

El Códice ha sido solicitado por el Ministerio de Cultura y participará en la Magna Exposición que a nivel mundial se celebrará en Ávila, con motivo del Jubileo del V Centenario de Santa Teresa y podrá ser contemplado por el Papa Francisco en la visita que realizará a España con este motivo el próximo año 2015.

Esta es una de las importantes joyas que atesora el templo mayor de Andújar, Santa María, junto con su rejería renacentista, arquitectura gótica, renacentista y manierista y obras pictóricas de gran interés como “La Oración en el Huerto” de El Greco y la “Inmaculada” de El Caballero de Arpino, la bóveda del Altar Mayor de Blas de Ledesma, o la imaginería del S. XVII, junto con su archivo histórico, que hacen que esta parroquia sea el lugar más visitado de la ciudad, recibiendo varios miles de turistas al año. Así lo explica en un comunicado Antonio Aceituno Sánchez, guía responsable de Santa María.