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Jesús Lorente, candidato del PP. Un compromiso: “Trabajar con y para tod@s”

Trabajo, propuestas, palabras, más palabras, andar, desandar, escuchar ....Un no parar que tiene fin: el 24 de Mayo l@s ciudadan@s decidirán a sus representantes municipales. Jesús lo tiene claro: el trabajo habla de cada cual.

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  • Jesús Lorente.

Si tuviese que echar mano del refranero para intentar definir la forma de ser de Jesús Lorente sería “dos no pelean si uno no quiere”. Y, efectivamente, su carácter tranquilo, comprensivo, sensato, tolerante, empático, evita los enfrentamientos. ¿Para qué enfrentarse si en el diálogo está siempre la solución? Sí. Jesús Lorente es un vecino más: con sus penas y alegrías; con sus problemas y agobios; con sueños e ilusiones...; simple y llanamente, uno más. Pero... no nos equivoquemos, su tranquilidad aparente, que no ociosa, encierra una mente despierta, atenta, que no pierde detalle, que escuchando encuentra soluciones, que en su discurrir diario va parándose con todo quisque: escucha, habla, consuela, comprende, empatiza con el hablante e intenta solucionar en el momento. Así ¿quién no se va contento y tranquilo de hablar con él? Su puerta siempre está abierta; la cola de espera, a veces, es impresionante. No importa esperar. Sabes que cuando accedes a su despacho no hay prisas; se toma todo el tiempo que necesita para quien acude en su busca.

Una persona familiar que se enorgullece de serlo; un profesional que sabe el esfuerzo sobrehumano de sacar adelante una carrera, esos estudios que garantizan un horizonte laboral más próspero; que mira los problemas de frente, sin dejarlos de lado;  que confía en el valor de las personas; que disfruta con el trato cercano de los vecinos de Guadix. Sí. Claro que l@s  ciudadan@s lo conocen. ¡Cómo no! Si está en la calle con ellos, por ellos.

Lo dicho: un vecino más: pero un vecino que trabajará por lo que el quiere; lo que quieran sus vecinos; por el bien de su ciudad y sus ciudadan@s. Ni más ni menos.

Pero Jesús… ¿cómo está? ¿En qué berenjenal se ha metido?

—Bueno, tengo que decir que yo entiendo la política como servicio público a los demás, como el trabajo destinado a facilitar el bienestar de nuestros vecinos y a solucionar los problemas que vayan surgiendo. Así lo he creído siempre y es como he estado trabajando. Pero claro, si se olvida todo esto puede que sí se pueda entender como un berenjenal. En mi caso, como le digo, es un proyecto que afronto con ganas e ilusión, con total vocación de servicio público.

¡Ah, sí!... Jesús. ¿Ese es Jesús Lorente? Claro que lo conozco. Eso dicen sus vecinos cuando le ven u oyen hablar de usted pero ¿quién es ese Jesús Lorente que todo el mundo parece conocer?

— Pues solo una persona que ha decidido dar un paso adelante y poner todo su esfuerzo y trabajo a disposición de los demás.

¿Tiene una faceta desconocida Jesús Lorente?

—Pues la verdad es que soy muy transparente y claro.

De familia humilde. Sabe lo que es el trabajo y el esfuerzo de salir adelante. ¿Es usted un vecino más de Guadix?

—Claro que sí. Mis padres, como muchos otros, trabajaron duro para que yo pudiera formarme y realizar mis estudios en la capital. Seguramente su ejemplo y su amor por Guadix han sido para mí determinantes a la hora de ir diseñando mi trayectoria vital en relación a nuestra ciudad, como estoy convencido de que sucede con prácticamente todos mis vecinos. Considero un verdadero honor poder trabajar por y para Guadix, porque es mi ciudad; la ciudad en la que vivo y quiero vivir.

Difícil verlo sin su hijo pequeño. ¿Cómo ve el adulto el mundo con los ojos de un niño?

—Supongo que repito un poco el mismo patrón que yo tuve con mi padre, que era el conserje del instituto. De hecho vivíamos en el instituto. Yo siempre iba dónde iba a él; si cambiaba una persiana, allí estaba yo. Y así en todo. La verdad es que para mí era más que un padre, era un amigo y un ejemplo a seguir.

Aunque… ¿de dónde saca fuerzas y tiempo para corretear, jugar, ayudar en las tareas escolares, trabajar…?

—Intento compartir mi vida laboral con mi vida familiar sin descuidar la atención que requieren los niños. Cuando tengo que tenerlos conmigo y trabajo, intento hacer del Ayuntamiento un lugar agradable para ellos.

Se lleva usted bien con este, con aquel, con el de más allá… ¿esa es su mayor virtud?

—Yo trato de ayudar a todos por igual, sin entrar en disquisiciones de dónde viven, ni a dónde van. Como he dicho antes, entiendo la política como un servicio público. Y esa ha de ser la función de un servidor público: tratar a todos por igual.

¿Qué defectos tiene Jesús Lorente?

— Como humano, muchos. Somos seres imperfectos.

¿Cree que el contacto humano es esencial para comprender y resolver los problemas de los demás?

—No puedo entenderlo de otra forma, no podría entender mi labor sin el contacto con los vecinos, sin tender la mano a los demás. Si los ciudadanos no pudieran plantearnos sus necesidades y problemas, difícilmente podríamos comprender la realidad de nuestra ciudad. Y lo cierto es que Guadix es un lugar que permite hacer esa labor desde la cercanía, desde el tú a tú, desde el contacto directo y el diálogo.

Siempre es fácil verlo hablando con uno o con otro; con esta o aquella; con sus vecin@s. ¿La calle es su casa?

— Es a lo que me refería antes: el político no sólo debe estar en su despacho esperando a que la gente acuda a él. Tenemos que adelantarnos a las cosas, ir allá donde puedan surgir necesidades, escuchar las opiniones e inquietudes de los que viven en la ciudad.

¿Le satisface ese contacto directo con la gente?

— Claro, lo entiendo como el elemento clave en mi trabajo. Pero lo cierto es que siempre me ha gustado la cercanía, el ponerme en el lugar del otro para entenderle y saber así cómo actuar.

Sin embargo, no olvidemos que es usted un buen gestor hospitalario y municipal. ¿Trabajar con un buen equipo de trabajo es fundamental?

—Sin duda. Un equipo es aquel que conforman los que están alrededor de un proyecto común, que con su trabajo lo enriquecen y lo hacen más viable. Utilizando un símil futbolístico, no se entendería un equipo de once en el que jugara sólo uno.

¿Qué le pide usted a la política?

— Normalización, huir de las polémicas inertes que no conducen a nada y caminar hacia un espacio donde puedan confluir muchas ideas para conseguir un objetivo común para todos. Que no es otro que la prosperidad y el avance de los ciudadanos de Guadix.

Hombre tranquilo, pacífico que tiene una peculiar forma de hacer política. ¿Cuál es su secreto?

—Actuar y ser siempre como soy. Tengo un lema: trata a los demás como a ti te gusta que te traten.

Las palabras se las lleva el viento. Sin embargo, cuando un vecino viene con las antenillas puestas para que usted le dé una solución ¡salen contentos con la solución bajo el brazo! ¿Qué hace usted?

—Primero escucharlos. Muchas veces te están dando las soluciones ellos mismos y nosotros debemos articularlas para hacerlas efectivas. Y luego hablarles con mucha claridad, siempre desde la verdad aunque no siempre sea la opción más cómoda. No me gusta echar mano del discurso fácil, decir sí a todo aún a sabiendas de que luego eso no se podrá hacer. Si las cosas se explican desde la verdad, siempre se entienden.

Bueno, Jesús, le dejo en esta nueva aventura política tomando el timón. Dirigir un barco es difícil ¿contará con una buena tripulación?

— Ese es el objetivo y con esa ilusión he confeccionado la lista. Creo, como antes decía, en el trabajo en equipo. Y para mí en ese equipo es tan importante el que tiene el número veinte como el que tiene el número uno.

Muchas gracias por su tiempo, su atención y por descubrirnos su faceta más personal a sus conciudadan@s. ¿Quiere añadir algo más?

—Agradecerle la oportunidad que me brinda el periódico Wadias Información para que los ciudadanos puedan conocer algo de mi faceta más personal. Y decir que mi ilusión y trabajo van a estar dirigidos a ganar la confianza de los vecinos y vecinas de Guadix para seguir mejorando nuestra ciudad.

 

 

Hoy, por fin, termina la campaña electoral. Durante quince días nuestras calles se han visto invadidas de colores, de carteles, de folletos y palabras; muchas palabras. Pocas o muchas  promesas, aunque nuestros candidatos han sido cautos. La ciudadanía está cansada de promesas vanas, que suenan a música celestial que luego se lleva el viento.

Jesús es consciente de ello. Sabe que lo que realmente habla de las personas es su trabajo. Ese trabajo diario, a veces ingrato; a veces, agobiante; a veces, tan gratificante cuando se cubre la necesidad de la ciudad. Si. Trabajo, trabajo y trabajo... Lo piden l@s vecin@s. Y él ha trabajado; trabaja; trabajará con la mirada puesta en conseguir ese bien necesario para la ciudad. Son muchas las necesidades de una ciudad como Guadix y hay que trabajar para conseguir erradicarlas. No le teme al esfuerzo; sabe que puede estar a la altura. Tesón y  voluntad no le faltan. Y es consciente, además,que la unión hace la fuerza. Que son fuertes si se unen en ese objetivo común: el esfuerzo conjunto de todos los que compongan la nueva corporación municipal. Tender la mano en un esfuerzo común; en andar ese camino que lleve a la recuperación y prosperidad de sus conciudadan@s. No hay lugar para enfrentamientos, luchas ni  zancadillas: Guadix y sus habitantes merecen la unión de sus representantes para salir adelante; para avanzar hacia un horizonte mejor.

Atrás queda la campaña; los malos momentos en que amigos, familiares o conocidos se enfrentan por unas siglas. No. Todos los candidatos quieren lo mejor para Guadix. Unos con unas propuestas; otros, con otras; unos tienen una visión diferente o igual. Todos un mismo objetivo: Guadix y su gente. Porque ellos mismos también son esa gente. Atrás queda la campaña. Ahora es tiempo de decidir los ciudadan@s.

El lunes será otro día. Atrás quedarán las palabras y empezará el tiempo de...trabajar, solucionar y emprender... todos a una: Guadix y su gente se lo merecen. ¡Háganlo ya! A partir del lunes!

Muy buenas, Jesús. Por fin, se termina la campaña y ya…¡la gente que decida! ¿Se pasa mal durante la campaña?

—La campaña electoral son quince días muy intensos. En algunos estás mejor y en otros peor. Hay sensaciones muy diversas que pueden hacerte variar la percepción de las cosas. Porque lo cierto es que la campaña son sobre todo gestos. En definitiva, es trabajo, trabajo y trabajo. Y estar cerca de la gente. Aunque siempre queda la sensación de que te gustaría haber estado en más sitios.

Una campaña respetuosa hacia los otros candidatos, sencilla y como se suele decir, el pescado está vendido ¿en pocos días se convence a la gente?

— Creo que una campaña no puede servir para evaluar cuatro años de trabajo. En ella se hacen propuestas sobre actuaciones u objetivos que se quieren conseguir o iniciar. Pero el trabajo realizado debe de someterse a una evaluación continua. En quince días no puedes ofrecer una imagen que no venga respaldada por una trayectoria anterior.

¿Bregando, esforzándose  codo a codo con los vecin@s incansablemente por su bienestar es el mejor convencimiento?

—En realidad lo que he hecho durante estos quince días ha sido trasladar mi despacho a la calle. He seguido manteniendo la dinámica de estos años de gestión, en los que mi despacho siempre ha estado abierto a todo el que ha querido dirigirse a mí, pero en un ámbito diferente. Pero siempre con el mismo ánimo: dialogar y escuchar lo que nuestros vecinos y vecinas nos tienen que decir, sus necesidades y problemas, para tratar de buscar soluciones y darles una respuesta satisfactoria.

¿Cree que no hay mejor campaña que el trabajo diario?

—Efectivamente. Es lo que he creído desde el principio y lo que he venido reiterando como servidor público. Hay que trabajar pensando que una campaña se inicia cuando acaba el recuento de votos y se empieza a gobernar y dura hasta los próximos comicios. Lo fundamental ha de ser siempre trabajar por los vecinos de nuestra ciudad, esa ha de ser la premisa que guíe la gestión. Y, como decía antes, el trabajo tiene que ser evaluado de forma continuada.

Los ciudadanos pasan de promesas y más promesas que tienen los días contados. Usted solo promete trabajar por ellos ¿el día a día da y quita razón?

—Sin duda. No puedes asegurar a la gente que vas a trabajar de una forma determinada si antes no les has demostrado que así es como trabajas. Creo que en Guadix se conoce bastante bien cuál ha sido mi forma de gestionar, siempre teniendo la puerta abierta a los vecinos. Esa es la fuerza que respalda mi compromiso en esta nueva etapa.

Usted es Jesús Lorente y siempre será Jesús Lorente ¿uno más sea o no alcalde de Guadix?

—Claro, yo seguiré siendo el mismo. Lo seré siempre. Mi trabajo por Guadix será como hasta ahora, porque tengo claro que cuando uno se presenta a unas elecciones adquiere un compromiso firme con sus vecinos. Le pongan en el lugar que le pongan con sus votos.

Jesús ¿Qué quiere usted para Guadix?

— Quiero lo que quieren  los accitanos y accitanas: empleo y prosperidad para nuestro municipio. Hacer de Guadix una ciudad llena de oportunidades en la que puedan desarrollarse nuestros hijos, en las que nuestros padres tenga la mejor calidad de vida posible. Una ciudad en la que no sólo sea posible vivir, sino que además se convierte en el mejor lugar para vivir. Con posibilidades de desarrollo presentes y futuras.

¿Cómo piensa, si sus conciudadanos le confían el gobierno de esta ciudad, lograr esos objetivos?

— Trabajando incansablemente. Buscando recursos allá donde los haya para utilizarlos en beneficio de la ciudad y su progreso. Desarrollando todos y cada uno de los proyectos que hemos dado a conocer y con los que nos hemos comprometido. Y trabajando con el resto de formaciones políticas para buscar el mejor consenso y acuerdo para la ciudad. Porque ese debe ser el único objetivo que nos debe mover en nuestra labor como servidores públicos.

Usted siempre habla de equidad, de igualdad de oportunidades, de atender las necesidades de la gente sean de donde sean y vayan donde vayan ¿cómo se consigue una ciudad próspera con la que está cayendo?

—Sin duda, y como decía antes, trabajando de forma incansable. Haciendo de Guadix una ciudad atractiva para la inversión, para el turismo. Y, cómo no, para sus propios vecinos. No cayendo en el desánimo cuando se nos cierran las puertas; porque eso nos da fuerzas para abrir dos puertas más y para buscar soluciones alternativas cuando otras administraciones dan la espalda a nuestra ciudad.

El diálogo y la participación entre los partidos que compongan el grupo municipal ¿es esencial?

—Por supuesto. No concibo la vida municipal sin la participación, el consenso y la normalización de la vida política. Estoy convencido de que siempre hay un lugar de encuentro en el que todos podemos estar y merece la pena trabajar para conseguirlo.

¿Vengan de donde vengan las ideas si son buenas para Guadix hay que acometerlas, madurarlas y llevarlas a cabo?

—No me cabe ninguna duda. Entre todos podemos hacer de Guadix una ciudad que siga avanzando, que consiga poner en valor todos sus recursos y que ofrezca las mejores opciones a sus vecinos.

¿Qué me dice de su equipo?

—Son un conjunto de  hombres y mujeres que representan a los distintos barrios de Guadix, a distintas profesiones, a diversos colectivos de edad; con experiencia, con ganas y con ilusión; y, fundamentalmente, con la  pasión que hay que poner  en la labor de servicio a los demás.

¿Todos para uno, uno para todos?

—Creo en los equipos. Lógicamente, tiene que haber alguien que coordine. Pero no se entendería una lista electoral donde tiene que haber diecisiete personas en la que sólo se presente una. En un equipo, en mi equipo, todos tienen la misma importancia, desde el primero al último, y todos aportan al proyecto común.

Jesús, a unas pocas horas de jornada de reflexión y del día de los comicios ¿qué mensaje le transmitiría a los ciudadan@s?

—Que ejerzan su derecho al voto. Estamos en un sistema democrático donde todos tenemos voz y derecho a decidir.

En compás de espera y… ¿qué añadiría?

—Pues básicamente agradecimientos: a mi equipo, a los colaboradores, a los vecinos, a los medios de comunicación en general y, en este caso, a Wadias Información en particular. Y un mensaje especial para  los vecinos y vecinas que durante estos  quince días nos han permitido acercarnos a ellos, llamar a la puerta de sus casas para trasladarles nuestro compromiso y nuestra ilusión. Les pido perdón por si en algún momento les hemos hecho sentirse mal o hemos llegado en un momento poco oportuno.

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