L a generación del último pan de centeno del franquismo, hoy tirando del carro, al frente del cotarro, atrapada en la moqueta, no suele invocar ya el espíritu de “El guardián entre el centeno” de J.D. Salinger. Su discurso ha perdido, en el transcurrir de mil y una suficiencias/supervivencias, parte de su lozanía y rebeldía originales. Solo los jóvenes de la política y de la religión han aprendido a achantar ante la autoridad, mientras la juventud restante se ofusca en una transgresión sorda y autodestructiva, porque sus padres, los niños de la última generación del pan de centeno del franquismo, somos incapaces, cuarenta años más tarde,de desprendernos del tufo a represión sexual e ideológica, a paternalización de una suerte de poder donde la democracia solo cambia de alcaldes, pero jamás de patrones.
The Catcher in the Rye.
“Miles de niños jugando en un gran campo de centeno, y nadie allí para cuidarlos, nadie grande, eso es, excepto yo. Y yo estoy al borde de un profundo precipicio. Mi misión es agarrar a todo niño que vaya a caer en el precipicio”. HoldenCaulfield es el adolescente, rebelde con causa/rebelde sin causa, hijo del pan de centeno, que se aferra a la locura de proteger siempre al débil, al tierno, al pequeño, al indefenso,al olvidado, al alejado, al huérfano, al desheredado… Ese es el discurso en que se envolvió el presidente de la Diputación de Jaén, y primer secretario de los socialistas de la provincia, Paco Reyes, para poner pie en pared, en plena negociación del acuerdo federal entre PSOE y C’s para la investidura de Pedro Sánchez, en contra de la propuesta impuesta por la formación naranja de supresión de la diputaciones.
Reyes, hijo del pan de centeno, sabía, de antemano, que su salida de tono –tan legítima como inoportuna- no molestaría a la lideresa Susana, más bien lo contrario, a sabiendas de que la consulta interna convocada por Sánchez para validar el acuerdo de gobierno con Rivera estaría protagonizada por la baja participación y la inclinación natural: el voto de apenas la mitad de la militancia y el respaldo mayoritario a la única opción políticamente correcta –bendecida por Felipe y los barones- de volver a tocar pelo en Madrid y las Españas. Así, la afrenta a propósito de la eliminación de las diputaciones, y, en su defecto, de su conversión en consejos de alcaldes, dejó de figurar entre las prioridades expuestas, verbalizadas, por Pedro Sánchez y Albert Rivera en sus intervenciones del miércoles en el Congreso. Algo tuvo que ver, pues, el enojo público de Reyes al conocerse el acuerdo con Ciudadanos, escrito y suscrito, y el voto interno sin férreo dirigismo de la comunidad psoísta jienense para que el hacha de guerra de la liquidación de las diputaciones desapareciera de los discursos de los dos firmantes.
A este lado ya de la investidura frustrada de Sánchez Pérez-Castejón de la pasada semana, en el capítulo de conclusiones y asertos, figura la necesidad de acometer una necesaria reforma de las corporaciones provinciales que aligere su pesada carga burocrática/funcionarial en aras de redoblar su demostrada eficacia de gestión en el ámbito rural. Para los anales quedará, no obstante, el surrealista pleno provincial en que el grupo provincial del PP fue más que reyista que Reyes en la defensa del status quo diputacional que tanta vidilla da a los munícipes que pierden las elecciones en su pueblo. Buena parte de ellos, como Paco Reyes, sin saber jugar al béisbol, también, son, a su manera, guardianes entre el centeno.
Alargadas sombras
Flamencos. Ferias Jaén cumple la promesa de trasladar su experiencia en la organización de eventos a otros escenarios. ‘Andújar Flamenca’ fue el estreno, al alimón con la Cámara de Comercio de Andújar y el Ayuntamiento. La camareta/camarilla de Eduardo Criado no pone un euro pero marca los criterios en materia de gasto. Quien tuvo, retuvo. Ifeja sale de la capital para mostrar su ‘saber hacer’, facturar algo más en año bisiesto, aunque en ningún caso para pisar callos en propio terreno de juego a ilustres del trapicheo en la interlocución social. Tacto y diplomacia, ante todo. El palmito octogenario de Criado, la gerencia de su Cámara controlada en términos de familiaridad por el gerente de Linares, y el acompañamiento testimonial del presidente de la fantasmagórica Cámara de Jaén, Manuel Barrionuevo, quiero y no puedo. ¿Cuánto queda para la Cámara única de la provincia de Jaén?
Metales y minerales. Otro incombustible dirigente empresarial, Ramón Calatayud, secretario general cuasi vitalicio de la Federación del Metal, rubricaba el pasado viernes la propuesta de jubilación que le planteó su presidente, Francisco Pastrana, que a partir de ahora asumirá un rol más ejecutivo. Pastrana, por cierto, es uno de los dos representantes de la patronal en el consejo de Ferias Jaén, puesto codiciado por la Asociación de Alojamientos que lidera José Ayala, motivo por el cual el sector turístico votó en contra del informe de gestión del actual presidente de la CEJ, Manuel Alfonso Torres.