Ayer volvió a Cádiz pero tampoco pudo iniciar el aliviadero de pluviales por el viento
La draga Sato Carolina se ha marchado a la Base de Rota para cumplir un contrato que tenía pendiente. La Junta de Andalucía le ha dado autorización a la empresa para llevar a cabo dicho cometido, pese a que aún no ha comenzado el aliviadero de pluviales previsto en la playa de Cortadura.
Desde la Delegación provincial de Medio Ambiente aseguran que el permiso ha sido concedido con la condición de que la embarcación se traslade a trabajar a Cádiz “cuando las circunstancias meteorológicas resulten adecuadas”. Y es que en el puerto roteño no existe ese problema, al encontrarse la zona de intervención “al abrigo del muelle”.
De acuerdo con este requisito y a la vista del buen tiempo reinante, la Sato Carolina puso ayer rumbo nuevamente a la capital para emprender una actuación que se le resiste desde principios de mayo. Sin embargo, una vez más no pudo completar su recorrido ni lograr su propósito. Un viento con una fuerza superior a los 10 nudos obligó a la draga a regresar cuando iba por la playa de Santa María del Mar.