Una mujer seguirá liderando Podemos en Andalucía. Si mi pronóstico no yerra –aviso que soy pésimo en los vaticinios-, el domingo 23 de octubre –último día para presentar candidaturas en la II Asamblea andaluza de la formación morada- sólo la sevillana Begoña Gutiérrez, de la corriente Andalucía Plaza a Plaza, oficializará su alternativa a la gaditana Teresa Rodríguez, quien ya semanas atrás dio el paso para optar a la reelección.
En un ejercicio casi mimético a la batalla que libran Pablo Iglesias e Iñigo Errejón en Madrid, Rodríguez y Gutiérrez confrontarán dos modelos claramente diferenciados: el duro, casi desafiante con las instituciones y que abomina del PSOE que abandera la izquierda anticapitalista, y el más moderado y trasversal a medio camino entre el Partido Comunista y los socialistas que pretende abrir el abanico de los potenciales votantes de Podemos.
Para que se confirme esta disyuntiva, tendrán que fusionarse las 5 corrientes en liza entre sí o que algunas de estas almas se queden en mera filosofía y renuncien a presentar candidaturas. El primer gesto público lo dio días atrás precisamente Begoña Gutiérrez al tender la mano a Ahora Andalucía, que lideran Esperanza Gómez –histórico repliegue el suyo después de soltar el exabrupto de que Rodríguez no tiene talla política para dirigir Podemos- y Carmen Lizárraga, la portavoz adjunta y la presidenta, respectivamente, del grupo parlamentario.
Esta unión propiciaría el cuerpo a cuerpo de las líderes de Podemos en Sevilla y en Andalucía, quien, a buen seguro, aglutinaría de inmediato los apoyos del cabecilla del SAT Diego Cañamero –Rodríguez defendió que encabezase las listas al Congreso por Jaén- y de los ‘pablistas’ de Andalucía Sumamos. Éstos últimos arroparían a la actual líder –con la que Iglesias ha mantenido serias discrepancias- en un puro matrimonio de conveniencia para evitar que Errejón gane poder en Andalucía.
Si finalmente hay votación entre el 7 y 9 de noviembre -la justicia debe resolver un recurso sobre la legalidad de las primarias exprés convocadas por la dirección-, los militantes decidirán además entre dos perfiles de políticas casi en las antípodas: Teresa Rodríguez, un animal televisivo, con carisma y mensajes en ocasiones imbatibles, según la definen sus afines, y Begoña Gutiérrez, con menos llegada mediática –reconocen sus seguidores- pero más sobria, preparada y que no genera rechazos.
Ganará quien movilice a su electorado más proclive: el militante de la tele encumbrará a Teresa, el militante de las plazas a Begoña, afirma un destacado dirigente andaluz.