El PSOE andaluz ha activado este lunes la maquinaria interna para intentar frenar lo que teme sea un avance consistente del sanchismo en la región. Apenas doce horas después de digerir la contundente derrota sufrida por su líder, Susana Díaz, la que es primera federación territorial del país anunciaba que se zambulle ya en la convocatoria del Congreso Regional que debe dirimir quién sostiene sus riendas durante los próximos años. Y tanto ha pisado el acelerador que la operación ya está en marcha. Esta misma tarde habrá reuniones con las direcciones provinciales y mañana cónclave de la Ejecutiva regional para convocar el lunes un Comité Director que será el que ponga fecha a la cita. El hueco en el calendario también está ya elegido: será el fin de semana del 29 y el 30 de julio. Todo está pues ya en marcha.
Andalucía se decantó el domingo claramente por Susana Díaz y sus militantes le entregaron el 63% de los votos, una cosecha que luego resultó insignificante para evitar la victoria final de Pedro Sánchez. De hecho la presidenta de la Junta tan sólo fue capaz de lograr en su tierra una victoria parcial. La derrota ha dolido tanto que la consigna ahora es celebrar cuanto antes el Congreso Regional para evitar que los partidarios del secretario general electo, en terminología de la propia Díaz en la ya funesta noche de Ferraz, se rearmen aún más y le disputen también el cetro autonómico. La dirección regional tratará de acortar al máximo los plazos para pillar a los críticos con el pie cambiado. La euforia reina entre ellos tras el resultado final y la recuperación del poder orgánico, pero si quieren asentar y exprimir el 31,6% amasado en Andalucía tendrán que asentar su estructura y elegir un candidato capaz de retar a Susana Díaz. Si todo se precipita quizás no sea tan sencillo como parece, la baza que quiere jugar la dirección.
Todo apuntaba a que esa cita congresual podría ser en septiembre, pero no. El secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, ha confirmado este lunes que los preparativos empiezan a correr desde ya, con lo que eso supone. Si a Susana Díaz, de quien se da por hecho que se presentará a la reelección, le sale competidor en el sector sanchista se activará otro proceso de primarias, esta vez a nivel regional. Eso implica nuevos tiempos para la presentación de candidaturas, recogidas de avales, campañas y votación. Como lo vivido este largo mes de mayo pero en versión doméstica. Todo arrancaría a partir del 19 de junio, justo cuando concluya el Congreso Federal que nombrará oficialmente secretario general a Pedro Sánchez, y concluirá en la antesala de agosto.
Cornejo ha intentado hoy evitar que se asocie la convocatoria inmediata con el temor a otro susto ante la creciente ola del sanchismo. La versión oficial es que los plazos cuadran y no hay por qué esperar a septiembre. En la práctica la dirección regional intenta dejar atada la continuidad de su lideresa cuanto antes y evitar que los críticos echen aún más raíces.
Apoyo incondicional
La victoria de Pedro Sánchez ha escocido en la sede regional de San Vicente, y de qué manera, pero el mensaje oficial es que el partido en bloque se pone "a disposición" del nuevo líder, remando en la misma dirección para forjar "un partido fuerte, unido, coherente, referente del socialismo para ganar el Gobierno y tener un presidente de izquierdas". Es, como ya deslizó en su escueta declaración del domingo en Ferraz Susana Díaz, la teoría de "arrimar el hombro". Nadie sabe cómo arrancará la nueva relación entre las cúpulas de Madrid y Sevilla, pero la experiencia acumulada en la mochila, con direcciones que ni se hablaban, no parece digna de ser reeditada. Cornejo recordó que a quien "le toca dar los pasos" es al secretario general, y a él se remite. Lo que haga Sánchez en las próximas semanas se escrutará con lupa. Por ejemplo el PSOE-A se niega a especular, de momento, sobre si sus representantes tendrán cabida en la nueva Ejecutiva nacional que salga del Congreso Federal de mitad de junio. Tiempo al tiempo.