Felipe Benjumea ha valorado en 70,4 millones de euros, según tasaciones encargadas al efecto, la parte de los suelos de Buen Aire al norte de la ciudad de Sevilla que son el principal activo con que cuentan a día de hoy las familias expropietarias de Abengoa para saldar las deudas pendientes tras la caída de la multinacional. Los bancos acreedores de Ibisa, la inmobiliaria de estas familias (lideradas por Benjumea), pactaron con la empresa a final de 2016 la reestructuración financiera de Ibisa para evitar que fuera a concurso de acreedores.

Entre los compromisos que asume Ibisa, cuyo administrador único es Benjumea, ante Popular, Sabadell, Bankia y Unicaja está la venta de esos suelos, tal y como recoge la auditora Deloitte en su análisis de las cuentas de la inmobiliaria de 2016. Con ello se pretenden reducir sustancialmente los 78,7 millones de deuda, que ya se refinanció y redujo a final de 2015 desde 95,3 millones.

Ibisa tiene en torno a un tercio del millón de metros cuadrados de superficie total de la zona conocida como Buen Aire. Otros dos tercios están en manos de la inmobiliaria madrileña Urconsa y la extinta Martinsa Fadesa tiene una pequeña participación restante.

“El administrador único ha realizado tasaciones por expertos independientes sobre los terrenos de Buen Aire. No se han detectado indicios de deterioro de los citados activos”. Esa valoración de 70,4 millones a cierre del pasado año es un 13% superior a los 62 millones en que se estimó su valor en libros en 2013.

En contraste, el valor del suelo urbano en la provincia de Sevilla ha caído prácticamente a la mitad entre el comienzo de la crisis y final de 2016, según datos de Euroval sobre la base de datos del ministerio de Fomento (hasta 124 euros el metro). Las cuentas de Ibisa no especifican si las tasaciones realizadas cumplen la normativa del Banco de España o no, aunque el hecho de que el auditor sea una gran compañía como Deloitte hace presumir que sí, según distintas fuentes del sector inmobiliario andaluz.

No obstante, las cuentas de Ibisa recogen que no existen compromisos de compraventa, ni contratos futuros, relacionados con Buen Aire. El acuerdo entre la banca e Ibisa fue homologado por el juez mercantil 1 de Sevilla en febrero pasado.

Tramitación

Benjumea sabe que esos suelos son la única manera de salvar algunos muebles tras el naufragio de Abengoa que se ha llevado por delante buena parte del el patrimonio de numerosos familiares. La aprobación del plan parcial de ordenación, que lleva paralizado más de una década por múltiples avatares económicos y administrativos, está ya sólo pendiente de que el ministerio de Fomento acepte la planificación de las conexiones de la parcela con las autovías estatales A-4 (Sevilla-Córdoba) y SE-30 (circunvalación). Así lo explican desde la gerencia de Urbanismo de Sevilla.

Para agilizar esta tramitación, Ibisa ya desistió en 2016 de reclamar, como hizó en 2013, los 22 millones aportados para que el ayuntamiento urbanizara Buen Aire.