Entre la avalancha de análisis que se hicieron de los resultados de las elecciones andaluzas del pasado 2 de diciembre, que provocaron el vuelco que llevó al actual Gobierno PP-Cs con el respaldo de Vox, hubo un elemento en el que todos coincidieron por evidente, y es que el votante socialista se quedó en casa.
Ahora conocemos en qué proporción: el 22,7% de los que se abstuvieron hubieran respaldado al PSOE de haberse animado a ir a las urnas. Así al menos lo indica la encuesta postelectoral publicada por el Centro de Investigaciones Científicas (CIS), en la que el PSOE queda a una distancia sideral entre los abstencionistas, ya que le siguen Ciudadanos y Adelante Andalucía con el 5,5%, el PP con el 5,3% y Vox con el 2,6%.
Eso sí, los abstencionistas convencidos son el bloque mayoritario, con el 38,7%. Otros en cambio no lo tuvieron tan claro, ya que el 19,5% decidió que no iba a votar hasta el mismísimo final de la campaña, de hecho el 10,5% de éstos optaron por quedarse en casa en el último momento.
Entre las causas para no ir a votar, el 26,8% alega que no había ninguna alternativa que le convenciese, al 21,6% no le inspiraba confianza ningún partido ni ningún político, el 18,6% se declaró harto de tanta política y tantas elecciones y el 11% vino a decir que lo de votar no sirve para nada.
No cambiaría el voto
Del estudio se desprende una cierta contradicción, ya que por un lado los encuestados (2.913 en 210 municipios de las ocho provincias) valoran más bien negativamente o muy negativamente el resultado electoral (así lo indica el 40,7%), frente al 28,1% que lo ven más bien positivamente o muy positivamente (28,1%). Es decir, que da la impresión de que la ciudadanía no está lo que se dice entusiasmada con lo que ocurrió el 2 de diciembre, pese a lo cual el 68,6% se reafirma en que, de haber conocido con anterioridad lo que finalmente ocurrió, habría cogido la misma papeleta de todos modos.
Otros resultados vienen a avalar lo que ocurrió: que ganó el PSOE pero que se hundió la izquierda. Así, Susana Díaz sigue siendo la preferida como presidenta (22,1%, frente al 14,5 de Juanma Moreno), y los electores hubiesen querido un gobierno de coalición PSOE-Adelante Andalucía 815,6%) o de los socialistas en solitario (12,1%). La tercera opción es la que salió de las urnas, la alianza PP-Cs con el apoyo de Vox (11,7%).
Cada uno a lo suyo
Las reacciones a la encuesta fueron del entusiasmo del PSOE al ninguneo de PP y Cs, que no se creen nada de lo que venga del CIS desde que gobierna Pedro Sánchez. Los socialistas celebraron que “los andaluces no quieren a este Gobierno”, mientras que desde el PP señalaban, no sin razón, que si el CIS acertara ellos no estarían gobernando, porque la previsión preelectoral que hizo les condenaba a las galeras de la oposición.