Recuerdo el lema del PSOE en el que se presentaba Felipe González después de la transición “100 años de honradez”, al que Tamames, del Partido Comunista de España, recalcaría “y 40 años de vacaciones” en referencia a la poca presencia socialista en la lucha contra el franquismo.
Una honradez que fue borrada por los muchos episodios de corrupción del Gobierno socialista, siendo el partido condenado por el caso Filesa. Esos episodios que fueron graves van a quedar empequeñecidos cuando conozcamos la sentencia de los EREs y de los cursos de formación en Andalucía.
El Partido Socialista de cara a las elecciones del 10-N ha presentado un nueva lema, “Ahora España”, al que habrá que añadirle “Y mañana ya veremos”. Como dice Francisco Rosell, periodista de gran prestigio.
Pedro Sánchez está enarbolando la bandera de España después de tenerla escondida en la buhardilla para no molestar a los independentistas, que tras la moción de censura a Rajoy, lo acostaron en un colchón nuevo en La Moncloa donde por cierto acudió el impresentable Torra para ayudarle a hacerle la cama y pasear por los jardines con su lacito amarillo en la solapa, algo que en su visita a Pedralbes, el doctor plagio, “presidente en funciones”, tendría que haber emulado colocándose un pin con la bandera de España.
Es ahora cuando lleva al ruedo político la muleta tricolor imitando al Cordobés en el salto de la rana para arrancar al toro representado por los miles de votos de los que se siente patriotas.
Es difícil creer en la conversión del plagiador, un político con 1.000 caras cuya única obsesión es conseguir el poder a cualquier precio, y para ello hace promesas en todos sus mítines a sabiendas de que no se pueden cumplir.
El Fondo Monetario Internacional ya ha anunciado la crisis económica que se avecina a nivel mundial y este descerebrado de presidente pregona a los cuatro vientos que va a subir las pensiones, que el salario mínimo va a rondar los 1.200 euros mensuales y que va a reducir las peonadas de los jornaleros del campo en Andalucía y Extremadura.
El cuento de la lechera o la Champions League de Zapatero al que por cierto, Pedro Sánchez está haciendo bueno. Siendo optimista, el plan presentado pinta muy bien pero de ¿dónde va a salir el dinero? ¿Piensa usted freirnos a impuestos?
Déjese de fantasía y acojase a la realidad porque desde que llegó al poder ha aumentado el paro, disminuido la exportación y bajado la venta de vehículos.
La única solución es un pacto a nivel nacional de socialistas y populares y que gobierne el que obtenga el mayor número de escaños de forma que no tenga que mentirnos con falsas promesas. Decía Lincoln que se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero que no se puede engañar a todos todo el tiempo.
