La ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, visitará la Bahía de Cádiz el próximo viernes 16 de octubre para amadrinar el primero de los cuatro Buques de Acción Marítima (BAM) que Navantia está construyendo en sus astilleros de San Fernando y Puerto Real y que será botado ese mismo día.

Se da la circunstancia que la madrina prevista para ese primer buque iba a ser la ministra de Defensa, Carme Chacón, pero finalmente será la responsable de la cartera de Economía la que hará los honores al navío de guerra.

Con este tipo de barcos, la Armada Española pretende sustituir progresivamente los diferentes buques existentes tipo patrullero, de tamaños y características muy variadas y que están próximos a terminar su vida útil, por una fuerza homogénea.

La misión principal de estos buques será el control de la Zona Marítima Exclusiva, así como la defensa contra amenazas de pequeña entidad. También se van a encargar de misiones de vigilancia, salvamento, lucha contra la contaminación y el contrabando.

Los barcos dispondrán de una dotación de 35 personas y de otras 80 embarcadas eventualmente y dispondrá de medios de defensa activa y pasiva con artillería de 76 milímetros, morteros y bengalas. Cuenta con una eslora de casi 94 metros y una manga de 14, con un desplazamiento máximo de 2.490 toneladas.

Gran autonomía
Por un lado, su tamaño será similar al de una corbeta, lo que le permitirá disponer de la capacidad suficiente para proporcionar una gran autonomía en las misiones, alojar a la dotación básica y al personal de transporte con un alto grado de habitabilidad, permanecer en la mar durante períodos prolongados sin someter al personal a fatigas excesivas, y disponer de un Sistema de Combate avanzado basado en el Núcleo Común del Scomba, con un alto grado de interoperabilidad con otras unidades de la Armada.

El buque dispondrá de una cubierta de vuelo ubicado en la popa del hangar el cual estará integrado en la superestructura, con unas dimensiones de 24,7 por 13,5 metros, que permitirá las operaciones de despegue, toma y reabastecimiento de combustible en vuelo estacionario y de aprovisionamiento vertical de helicópteros.

El BAM estará dotado de un alto nivel de automatización, especialmente mediante un Sistema Integrado de Control de Plataforma, que incorpora todos los avances en este campo desarrollados en los últimos años por Navantia para la Armada Española.