El Villarreal logró ante el Lazio una victoria por cuatro goles a uno que le mantiene vivo en Europa y que le hace depender de si mismo al recuperar la diferencia de goles frente al equipo italiano.
El Villarreal logró ante el Lazio una victoria por cuatro goles a uno que le mantiene vivo en Europa y que le hace depender de si mismo al recuperar la diferencia de goles frente al equipo italiano.
Los castellonenses disputaron un partido vibrante con un cuarto hora inicial con tres goles y con un partido que tuvo dos expulsiones una por bando y tres penas máximas dos a favor del equipo local y una para el visitante.
Si alguien se jugaba algo de verdad en este encuentro, ese era el Villarreal. El equipo de Ernesto Valverde se jugaba sus posibilidades europeas y una muestra de la importancia de este encuentro ya quedaba clara en las alineaciones. Ya que mientras los italianos de la Lazio apostaban por un equipo lleno de cambios, los locales apostaban por un once en el que el técnico castellonense apostaba por sus mejores jugadores.
Y así comenzó un partido que desde el pitido inicial no tuvo tregua, ya que las jugadas, los goles, las expulsiones y el buen fútbol aparecieron y de qué manera. De esta forma y cuando no se habían sentado los aficionados, Diego López ya había desbaratado un mano a mano de Rochhi, que era el 0-1.
Treinta segundos más tarde un centro de Pires al área no era tocado por nadie o incluso rozado por Nilmar para marcar el primer gol del encuentro, que por cierto la UEFA atribuye al centrocampista francés y las imágenes no llegan a dejarlo claro. Mientras se discutía sobre el autor, Baronio era expulsado por roja directa al agredir a Llorente a los tres minutos.
Una locura que no pararía ya que diez minutos más tarde, esta vez era Cani quien con una gran disparo ajustado desde la frontal superaba a Albano Bizarri, para poner el dos a cero.
Sin tiempo para recuperarse, otra vez Cani centraba un balón al área y el asistente de área avisaba a Knut Kircher para que señalara la pena máxima. Pena que transformaba Pires y ponía un espectacular tres a cero en tan sólo quince minutos.
Una situación muy parecida a lo sucedido el domingo frente al Tenerife. Pero es que además de los goles el Villarreal siguió creando peligro y generando ocasiones. Pero tanta alegría parece que en Villarreal este año no es posible y tras dos avisos de Rochhi y pasada la media hora, el delantero era derribado por Gonzalo Rodríguez cuando este ya se encontraba solo ante Diego López, lo que suponía pena máxima y la expulsión del jugador.
Pero Foggia tiro a romper y estrelló el balón en el travesaño.
La segunda parte comenzó totalmente diferente a la primera. Poco a poco el Lazio fue haciéndose con el control del partido y logró recortar distancias. Pero el Villarreal marcó en otro penalti.