Los alumnos de Andalucía figuran entre los de menor capacidad global con 501 puntos en el informe PISA 2018, frente a la media nacional, que alcanzó los 512, trece puntos más que el promedio de la OCDE (499).
Castilla y León es la que refleja la mejor puntuación en esa capacidad global de sus alumnos, con 534 puntos, seguida de Asturias (527) y Cantabria (526), mientras que las de menor puntuación son Ceuta (438), Melilla (473), Extremadura (499) y Andalucía y Canarias, ambas con 501.
Este informe analiza por primera vez la capacidad de los estudiantes para actuar por el bienestar colectivo, que sitúa a España, en general, por encima de la media de la OCDE, ya que el país no suele, en los informes educativos PISA, llegar a la media de la OCDE en Matemáticas y Ciencias, incluso empeoró en 2018 cuando, además, no se le pudo evaluar en Lectura por incidencias en las respuestas.
Sin embargo, en este nuevo estudio, España ha quedado, en general, por encima de la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, superando en 13 puntos la media en cuanto a la capacidad para desenvolverse en un mundo interconectado y el 68 % del alumnado español alcanza o supera el nivel básico de rendimiento.
Precisamente "¿Están los estudiantes listos para prosperar en un mundo interconectado?" es el nombre del informe publicado este jueves con las respuestas de los alumnos de 15 años, recogidas para PISA 2018 y basadas en una prueba cognitiva y en un cuestionario de contexto.
Los estudiantes españoles han demostrado tener "un interés significativamente mayor en aprender sobre otras culturas y tener respeto por las personas de otras culturas" que la media de la OCDE, aunque expresaron una actitud menos positiva en aspectos relacionados con cuestiones globales.
En concreto, España (con un valor positivo de 0,38) es el país en el que el alumnado muestra mayor grado de respeto por las personas de otras culturas, por delante de Canadá (0,30) y de Escocia (0,25). En el otro extremo se encuentran Hungría (-0,54) y Bulgaria (-0,51), ha destacado el Ministerio de Educación en una nota.
España es también el país en el que alumnado acredita una mayor adaptabilidad cognitiva (0,28), definida como la capacidad de amoldar el pensamiento y el comportamiento propios al entorno cultural predominante o a contextos novedosos. El alumnado con menos adaptabilidad cognitiva se encontraría en Italia (-0,33), Grecia (-0,29) y República Eslovaca (-0,26).
España obtiene un rendimiento medio de 512 puntos de capacidad global, trece puntos más que la media OCDE (499), por detrás solo de Canadá (554) y Reino Unido (534).
PREPARADOS PARA UN MUNDO MÁS DIVERSO
"Es positivo que los alumnos españoles de 15 años estén preparados para un mundo mucho más diverso y globalizado, que tengan una actitud positiva respecto a los inmigrantes y toda la contribución que realizan los inmigrantes a la sociedad, en particular en un país camino del envejecimiento como España", asegura a Efe el profesor de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y exdirector del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) del Ministerio de Educación, Ismael Sanz.
Estos resultados "compensan en parte" los registrados en PISA 2018, subraya Sanz, que recalca que esta Competencia Global "evalúa la medida en la que los alumnos valoran el bien común, empatizan con los problemas de los demás, están preparados para un mundo mucho más diverso y son conscientes de los retos que plantean problemas mundiales como el cambio climático".
Para Sanz, las críticas a PISA sobre que no tenía en cuenta competencias importantes han hecho que la OCDE mida también, junto con Matemáticas, Lectura y Ciencias, otras competencias transversales "muy importantes".
Por otro lado, en todos los países estudiados, incluido España, menos en Hong Kong (China), Macao (China) y Vietnam, las chicas demuestran mejores respuestas hacia los inmigrantes que los chicos.
Los alumnos españoles, como los de otros países con pasado inmigrante, mantienen mejores actitudes hacia los migrantes que los que no han nacido en España.
En general, el 85 % de los alumnos de los países de la OCDE consideran que los jóvenes inmigrantes deben tener las mismas oportunidades de educación que el resto de estudiantes de un país; el 80 % contesta que los mismos derechos; el 76 % está de acuerdo con que tengan las mismas oportunidades para continuar con sus costumbres y manera de vivir; y un 72 % cree incluso que si llevan varios años en un país tendrían que poder votar.
Estos resultados muestran que los estudiantes tienden a ser más positivos cuando se trata de derechos universales, como la educación, pero menos si se tocan temas relacionados con la identidad o los derechos políticos como el voto.
No obstante, se afirma que la actitud de los padres hacia los inmigrantes también influye en la de sus hijos.
Otro tema es la actitud hacia los idiomas y, en general, las chicas tienen más probabilidades de hablar varios idiomas que los chicos.
Y los estudiantes inmigrantes tienen más probabilidades de hablar dos o más idiomas que los nativos de un país, algo que no ocurre sin embargo en España, Costa Rica y Malta.
En cuanto a los docentes, España también se encuentra entre los países de la OCDE que aportan una actitud más positiva hacia las creencias multiculturales.