Dado que estamos a las puertas del Carnaval en Arcos, no quedaría de más refrescar una entrevista realizada en esta misma sección en junio de 2005. Francisco Rosa Palmero tenrá el honor de pregonar el Carnaval de este año el próximo 9 de febrero...
“Desde el pasado lunes se viene celebrando en nuestra ciudad la Semana de la Discapacidad, una ocasión para acercarnos a todo un personaje, en especial entre sus compañeros de trabajo en el Ayuntamiento, y que ha sabido integrarse en el paisaje humano arcense.
Francisco Rosa Palmero nació 16 de septiembre de 1981. Hijo de Josefa y Paco El Seronero, y hermano de Juan Carlos y Rafael, considera también como hermanos a sus primos Julio y Carmen María, así como a sus tíos Julio y Carmen como sus segundos padres. Hasta hace un tiempo fue trabajador municipal en la Delegación de Fomento, siendo Servicios Sociales su destino actual. Compañero de sus compañeros, se siente muy agradecido a todos ellos y a los gobernantes de antes y de ahora por el trato humano que siempre le han dispensado.
En su tiempo vacacional y aprovechando los días de asuntos propios, Paquito, como lo conocemos a título cariñoso, se convierte en un rociero más con su Hermandad de Arcos, y en un amigo especial de su Teniente Hermano Mayor, Faustino de la Villa.
Pero él siente un cariño especial por su primo Julio, quien siempre ha cuidado de que, socialmente, sea respetado. Con él también comparte su amor por la Semana Santa y, en particular, por la Virgen de la Quinta Angustia -Hermandad del Dulce Nombre-. Gracias a las riñas de su hermana Carmen María, de vez en cuando echa mano a los libros para estudiar, aunque en realidad le gusta. De hecho, estudió en el colegio San Francisco y en el Instituto Alminares, donde realizó la ESO. Entre sus objetivos académicos, le gustaría hacer estudios de Bachillerato y, yendo más allá, de Pedagogía y Educación Especial.
Su existencia, desde luego, inunda de alegría y de anécdotas allá donde vaya con el nuevo maletín que le echaron los Reyes. Después de una dura mañana de recados y más recados, se marcha a casa de tía Carmen para descansar un poco y estudiar.
No sé si las malas o las buenas lenguas -al final lo ha reconocido-, dicen de él que tiene novia allá por la Junta de los Ríos.
Colaborador de multitud de manifestaciones sociales en nuestra ciudad, estamos ante un hombre de nobles ideales y sinceros sentimientos, que deplora la guerra y sus malditas siempre consecuencias, así como el hambre en el mundo.
Desde su particular y original percepción de las cosas, Paquito es un hombre querido por los arcenses, que guardan de él una imagen relacionada con los carnavales, la Semana Santa, el Belén Viviente y otros eventos en los que le gusta participar activamente.
En su altruista corazón se esconde un hombre despierto, atento, observador y listo, que aprende por día lo bueno y lo malo de nuestra sociedad, y que, como pocos, mira con inocencia el mundo que nos ha tocado vivir. Desde luego, Paquito es todo un personaje”.
En algo le habrá cambiado la vida desde aquella entrevista, pero seguro que sus sentimientos, ocho años después, son los mismos. No nos queda más que felicitarlo de antemano por su, a buen seguro, estupendo pregón, con el que llegará al corazón del aficionado. Experiencias, desde luego, no le faltan en este mundo, así como las vivencias que se producen sobre un escenario. Su corazón es, en este sentido, chirigotero. Suerte.
