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Arcos

El Arcos se hace fuerte en un estadio hostil y vuelve a puntuar en tierras sevillanas

Los lebrijanos se adelantan con gol fantasma pero Zúñiga firma tablas de penalti. El juego estuvo interrumpido en la segunda mitad durante 18 minutos por altercado de un sector del público

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  • Marca pero el gol es anulado. -

UB LEBRIJANA-1; ARCOS CF-1


UB LEBRIJANA: Iván Ares, Miguel Ángel, Selu, Samu, José Mari, Juanfran, Danu Fornell (Enrique, 59), Luigi (Plata, 82’), Reales, Lúa (Kevin, 72) y Jesús.


ARCOS CF: Ismael, Ángel (Borja, 60’), Casillas, Ati, Adri, Iván Guerrero, Zúñiga, Zurdito, Maqui (Rafi Cruz, 76), Heredia y Juanmi (Juanmi, 72’).


GOLES: 1-0 (Reales, 66’), 1-1 (Zúñiga de penalti, 77’).


ÁRBITRO: Cerrato Moreno, de Córdoba. Amonesto en el bando local a Lúa, Reales, Enrique y Miguel Ángel y por el Arcos a Ángel, Zúñiga, Adri e Ismael.


INCIDENCIAS: Partido disputado en el municipal de Lebrija correspondiente a la décimoséptima jornada de liga ante unos 200 espectadores en una mañana muy fría. Césped artificial.

 

El Arcos continúa su buena racha de resultados favorables a pesar de visitar dos campos de los denominados ‘complicados’ en las dos últimas salidas a tierras sevillanas –Alcalá de Guadaíra y Lebrija- y sigue inmerso en una corriente positiva que se ve incrementada por un gran trabajo colectivo y la puesta en práctica de un fútbol serio, peleón, equilibrado y ordenado, en el que cada elemento actúa en función de lo que requiere cada momento del partido.

El equipo de Rosano salió al municipal de Lebrija consciente y convencido de no regalar nada a un rival que se las prometía muy felices mirando el puesto del Arcos en la tabla. En las gradas creían que los visitantes llegaban a Lebrija para actuar de comparsas. Nada más lejos de la realidad: los de rojo –los gustos e intereses del patrocinador tiene estas cosas extrañas- salieron dispuestos a dar guerra y pronto pusieron en jaque la portería de Iván Ares. A los siete minutos de comenzar el partido el Arcos pudo adelantarse en una estupenda ocasión de Juanmi, que intentó elevar el balón por encima del portero en una posición ideal para abrir el marcador.

Respondió la Balompédica en un balón de Samu a saque de falta que cruzó toda el área sin que nadie acertara a cortar o desviar su trayectoria, y el esférico acabó estrellándose contra el larguero. Al cuarto de hora, la Lebrijana apretaba de lo lindo para derribar el muro arcense y lo logró por medio de Jesús –su hombre más peligroso- pero la jugada fue invalidada por posición ilegal del delantero. Esos fueron los minutos más difíciles de los arcenses en todo el partido más la presión ambiental a la que se vio sometido el Arcos a raíz del gol local, que obligó al árbitro a detener el encuentro hasta que no llegase la Guardia Civil.

El nerviosismo local atenazaba a la defensa sevillana, que se estorbaba ella solita en el minuto 19 dejando el balón en las botas de Maqui para fusilar, aunque en último momento interviniera de nuevo el portero para desviar a córner. En el minuto 25, fue Casillas quien disfrutó de una clara ocasión a pase de Zúñiga en otra buena ejecución de un saque de falta del capitán arcense, pero el de Prado tiró fuera. En el minuto 31 fue de nuevo Zúñiga quien acertó a clavarla directamente de falta lateral, pero el colegiado cordobés Cerrato Moreno volvió a anular el tanto, en compensación por el gol anulado anteriormente a los locales. Y para poner la guinda al recital visitante de la primera parte, Maqui disparó al poste derecho de la meta de Iván Ares, que no daba abasto para despejar tanto peligro.

El Arcos de la primera parte dominó en la parcela ancha a su oponente y dio sensación de equipo serio, peleón y bien plantado y anuló a un rival excesivamente confiado en doblegar a los arcenses en cualquier momento del encuentro, algo que no ocurrió.


La segunda mitad fue más de lo mismo: una Lebrijana impotente para traspasar la tupida red defensiva del Arcos, que salía a la contra a las primeras de cambio para crear peligro en el área rival. El partido se estropeó en el minuto 66, cuando Reales marcó de cabeza superando a Ismael, que intentó sacar el balón en un escorzo increíble, pero el juez de línea señaló el centro del campo admitiendo que la pelota había traspasado la línea de gol. Los nervios afloraron en las huestes locales, que amenazaron al juez de línea golpeando la valla publicitaria y a Keko Rosano, que volvió loco al banquillo rival con sus protestas y ademanes. El árbitro paró el partido hasta que no hiciera acto de presencia las fuerzas de orden público –Guardia Civil- y el parón benefició al Arcos, que provocó por medio de Zúñiga unas manos del lateral Miguel Ángel que el árbitro señaló como penalti. Zúñiga no perdonó y la Lebrijana intentó a la desesperada ganar el partido por medio de Luigi y de Reales, pero sus disparos no cogieron puerta y se perdieron muy lejos del portal de Ismael. Solamente una caída de un jugador local en el área del Arcos podía estropear el trabajo del Arcos, pero al igual que pasó en Alcalá en los últimos minutos del encuentro, tampoco picó el árbitro en Lebrija y el ‘piscinazo’ del jugador contrario no sirvió para nada. Ni el Arcos merecía tanto castigo ni la Lebrijana tan alto premio.

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