Desde luego, no se entiende que un municipio sobre el que pesa una tasa de desempleo superior al 40 por ciento logre convocar solo a medio centenar de vecinos en la manifestación del Día del Trabajo. Así ocurrió y así se comprobó durante la concentración iniciada en el Ayuntamiento, en su edificio financiero de la avenida Miguel Mancheño, convocada por la Asociación de Desempleados Rafael Pérez del Álamo. La manifestación siguió su marcha hasta la nueva sede de la asociación, en el barrio del mismo nombre. Junto al mencionado colectivo, fue secundada por los partidos Arcos en Común, Podemos, Izquierda Unida y PSOE, echándose en falta al resto de partidos representados en la ciudad y sobre todo a la clase sindical.
En nombre de ADA Rafael Pérez del Álamo, Alfonso Oñate señalaba que el lema era “No nos vamos, nos echan”, en alusión a la “sangría” que supone el auténtico éxodo laboral que se está dando en la ciudad, pero también dijo no olvidarse del lema del año anterior, donde se criticó el enchufismo y el amiguismo en la política laboral municipal.
Desde IU y Arcos en Común, Julián Perdigones y Susana Pérez, repararon igualmente en el dudoso futuro laboral de la ciudad y la marcha de sus vecinos a lugares de costa para encontrar un empleo. El secretario General socialista y alcalde de la ciudad, Isidoro Gambín, reconoció que “la gente está muy desesperada”, pero sobre todo criticó los efectos de la reforma laboral del Gobierno central, de ahí que reivindicara “dignidad en el empleo”.