La manipulación de las compuertas del azud de Algarrobo ha sido la causa de la mortandad de peces registrada en el río Guadalete entre la tarde del domingo y la mañana del lunes. Cientos de peces aparecieron muertos por asfixia.
La primera causa fue el cierre de las compuertas por parte de Medio Ambiente al finalizar la época de riego en la costa noroeste de la provincia, cuyos terrenos se surten del agua del Guadalete. Sin embargo, un vecino de Arcos, al comprobar que la lámina de agua en el azud era mínima y que algunos peces manifestaban su falta de oxígeno, decidió manipular la compuerta del azud para evitar que la poca agua que existía se evaporara. No obstante, los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente dejaron el lógico cauce ecológico en estos casos para evitar precisamente la mortandad de peces. El efecto fue todo el contrario, pues los peces quedaron literalmente atrapados en un charco de agua sin corriente alguna.
El Ayuntamiento de la ciudad se ha interesado desde el primer momento por este caso. El alcalde Isidoro Gambín ha agradecido el gesto de voluntarios y de personal de la Delegación municipal de Medio Ambiente de retirar los peces muertos.
El vecino Manuel Perdigones, propietario del molino de Algarrobo ha narrado cómo tuvieron lugar los hechos, coincidiendo con su ausencia del molino en el momento en que fue manipulada la compuerta.
El Ayuntamiento puso este caso en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y de la propia Delegación territorial de Medio Ambiente, que ya ha tomado cartas sobre el asunto al retirar los peces para su incineración.
El alcalde ha manifestado esperar que no se dé más esta situación y rechaza en este sentido cuantas críticas le hayan llegado estos días por presunta dejadez. Gambín se ha lamentado de que haya personas que hayan intentado lograr un rédito electoral con este suceso.