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Arcos

Un sueño más que cumplido

El Ayuntamiento rotula una calle con el nombre de Manuel Ramírez Pérez, cumpliendo así el deseo de sus descendientes y un acuerdo del Pleno

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  • La familia Ramírez Reyes, descendiente del Manuel Ramírez Pérez, junto al alcalde durante el acto. -

La familia del recientemente fallecido vecino de Arcos Manuel Ramírez Calero ha visto felizmente cumplido uno de sus sueños: ver rotulada una calle con el nombre de Manuel Ramírez Pérez, su padre, al que se le atribuyen numerosas consecuciones sociales, culturales y deportivas durante la mitad del siglo XX. Por tal motivo, los hijos, nietos y esposa de Manuel Ramírez se reunieron para rendir ese ansiado homenaje a Ramírez Pérez, que al fin y al cabo no deja de ser un merecido homenaje a un hombre clave en su época para entender la evolución de Arcos como comunidad. Así pues, a partir de ahora la calle que conduce al centro de día San Miguel, a Cruz Roja, y entrada natural al recinto ferial, pasa a llamarse Manuel Ramírez Pérez, con lo cual el Ayuntamiento da cumplimiento a un acuerdo plenario que contó con el apoyo de toda la Corporación.

En nombre de la familia, su bisnieta Inma Navas leyó los motivos que conducen a los suyos a este encuentro, así como ofreció una pequeña biografía sobre su bisabuelo, destacando  su entrega social y perfil humano. Dijo de él que en tiempos de postguerra trajo a Arcos espectáculos que hicieron más felices a sus vecinos: corridas de toros, partidos de fútbol y otros acontecimientos que desde entonces han dejado su huella. Trajo, asimismo, los primeros taxis, el cine sonoro y negocios de hostelería que acabaron como clásicos. Fue además teniente de Alcalde en el Ayuntamiento, gran colaborador de los asilos de mayores de la localidad y hermano mayor de la del Nazareno.

Ahora, la familia Ramírez Reyes asiste al descubrimiento de una placa con el nombre de Manuel Ramírez Pérez, agradeciendo profusamente al actual Ayuntamiento que haya accedido al deseo de su hijo, fallecido en este infame año del Covid-19. El alcalde, Isidoro Gambín, diría que con la rotulación de la calle se hace justicia, recordando a un hombre que ayudó cuanto pudo a los arcenses a través de sus acciones empresariales y sociales. Pero también tuvo palabras para su hijo Manuel, por el afán que en vida mostró para que este homenaje se hiciera realidad.

Gambín admitió echarlo de menos como persona afable e implicada al máximo con su ciudad, aunque felizmente dijo adiós con el homenaje que en su última edición le dedicó el Ayuntamiento con uno de los galardones del Día de Andalucía. En suma, una nueva página para la historia de Arcos que queda impresa a modo de placa  conmemorativa en un lugar que Manuel Ramírez Pérez amó, en los terrenos que un día fueron posiblemente de su propiedad, un añorado olivar que daría paso al desaparecido campo de fútbol de Arcos y, ahora, a esa amalgama de viviendas que es la urbanización La Molina y su entorno.

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