Los goles tempraneros de Basto, a los 52 segundos, y de Fran Utrera, min. 9, la pareja de centrales del Arcos, fueron un botín más que suficiente para volver a registrarse un triunfo arcense en el Estadio Antonio Gallardo, que no veía vencer a su equipo titular desde la victoria frente al Coria en la fase de descenso de Tercera. Ni siquiera en pretemporada, en las dos visitas de Algaida y Jédula, salieron triunfantes los de Garrido los 90 minutos de partido, de ahí que el triunfo ante el CD Guadalcacín, uno de los equipos más incómodos y pegajosos a los que se pueda enfrentar el conjunto serrano a lo largo de la liga, sea de un valor muy apreciado porque devuelve a los blanquillos a la rutina de ganar en su estadio y ante su público, algo que bien se merecían ya sus sufridos (y escasos) seguidores.
Otro de los factores destacados de la partida fue el debut de José Manuel Muñoz Castaño "Zurdo" después de su inagotable trasiego por numerosos clubes de prestigio del fútbol nacional y volviendo a recalar en el club de su población natal, el Arcos CF. En el momento de entrar en el terreno de juego para sustituir a Javi Rodríguez, lesionado, sonó un pequeño fragmento del himno del Arcos como pequeño homenaje al excelente y honrado profesional del balompié arcense, que desembarca de nuevo en el Arcos al filo de los 40 años, al que le va a venir de perlas su saber estar y su dilatada experiencia como futbolista.
Momento en el que Zurdo sustituye a Javi Rodríguez volviendo a lucir la camiseta arcense
Las notas diferenciadoras de la primera parte fueron esos dos tantos del Arcos logrados en sendos rechaces defensivos a la salida de córners botados por Maqui, que sirvieron para zanjar el duelo y para hacer creer en una goleada local por la rapidez de los goles y por la escasa contundencia de la defensa guadalcacileña en ambas acciones. Los de Galiano intentaron reponerse en jugadas a balón parado muy bien ejecutadas por Adri, pero el balón dio en la parte superior del larguero marchándose fuera en el min. 32 y Kaski despejó como pudo un córner envenenado del mismo Adri un poco más tarde. También se pidió gol en un remate visitante que José Antonio sacó de la línea y que luego rechazó definitivamente Kaski en el 44’.
El exarcense Adri fue un incordio para el Arcos a balón parado
Con los dos tantos de ventaja y sacando esos dardos endiablados que lanzaba Adri, el Arcos se estiró varias veces a la contra, en especial su delantero Carretero, pero en los momentos decisivos faltaba temple y precisión para finiquitar las jugadas. Había muchas imprecisiones y excesiva fogosidad en ambos bandos y nadie se hacía con el control del juego. El Arcos dejaba correr los minutos con el marcador a favor esperando dar el golpe decisivo, pero sus delanteros no estaban finos.
En la segunda parte se vivió el esperado regreso a casa del hijo pródigo, Zurdo, que entró en el campo a los 55 minutos por Javi Rodríguez, dolorido en la pierna por un “bocadillo”. Zurdo se situó en la banda izquierda por delante de José Antonio, pasando Carretero al costado derecho y quedando Falcao como jugador más en punta. Los arcenses crearon peligro y el recién llegado hasta pudo marcar casi al final del encuentro a pase de Falcao en una buena contra local a rechace de Kaski a una falta de Adri, pero más que rematar, el balón le golpeó y David desvió. El remate posterior de Maqui se marchó fuera.
También pudo ampliar la ventaja Fran Iglesias –buen trabajo el suyo-, en un remate de cabeza en otro córner local en el min. 79, pero la pelota se fue fuera por poco, como su compañero Eugenio, este en varias ocasiones tanto en la primera como en la segunda mitad.
Las ventanas de cambios no aportaron demasiado al desarrollo del choque y tanto Zurdo como José Antonio pudieron ampliar el marcador en los minutos finales ante un Guadalcacín que no dio su mejor versión en el mullido tapete del Gallardo, desquiciados algunos de sus jugadores con el árbitro del encuentro. El resultado se puede catalogar de justo porque los de Galiano no gozaron de ocasiones claras para perforar la portería arcense, bien defendida por Kaski durante toda la contienda.