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La sanidad está enferma, pero aún podemos salvarla

Realmente la situación es compleja pero siempre puede hacerse algo para que esta tendencia negativa cambie

Publicado: 02/03/2024 ·
09:54
· Actualizado: 02/03/2024 · 09:54
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  • Un profesional médico, en una imagen de archivo.

Todos conocemos ese antiguo axioma que dice; “debemos cuidar a quien cuida” . Es por ello que necesitamos ocuparnos, y dada la situación actual, preocuparnos, por nuestro sistema sanitario.

La estructura, diseño y organización de nuestros hospitales, centros de atención primaria y centros de especialidades es, de hace ya décadas,  incapaz de satisfacer nuestras necesidades actuales"

Es algo inherente a nuestra naturaleza, la tendencia a pensar en soluciones o estrategias para afrontar problemas a muy corto plazo, y olvidarnos de prevenirlos y tomar medidas para un futuro.

La estructura, diseño y organización de nuestros hospitales, centros de atención primaria y centros de especialidades es, de hace ya décadas,  incapaz de satisfacer nuestras necesidades actuales. La situación demográfica ha cambiado sustancialmente, debido al envejecimiento de nuestra población, con un aumento muy significativo de enfermedades relacionadas con la edad, lo que, unido a una mayor supervivencia, hace que el número de pacientes que necesitan atención haya crecido.

Por otro lado y para satisfacción de todos, disponemos de nuevos tratamientos y técnicas para enfermedades complejas, pudiendo abordarlas de forma más eficaz.  ¿Y Cuál es el problema entonces? El tiempo, y los recursos humanos precisos para esa atención.

Desgraciadamente las listas de espera para consultas médicas son cada más largas, y ello conlleva que los usuarios del sistema de salud, y con toda la razón, se hayan transformado en “im-pacientes”, y los profesionales han convertido el estrés en su compañero diario de trabajo por el incesante aumento de esta lista de espera.

En unos años las jubilaciones de sanitarios provocarán que este problema se acentúe, ya que el número de futuros médicos matriculados es muy bajo, por el difícil acceso a plazas en las Facultades de Medicina. Otro problema añadido es el nada despreciable número de compañeros que ha abandonado la profesión por la falta de motivación, y desgaste emocional sufrido en los últimos tiempos.

Realmente la situación es compleja pero siempre puede hacerse algo para que esta tendencia negativa cambie: Si usted es un paciente recuerde que estamos siempre de su lado, para ayudarle, y si tiene ocasión, agradézcale al profesional sanitario la atención y dedicación que se merece. Si es un trabajador sanitario, intente cada día recuperar la ilusión, la motivación y la vocación que un día se despertó en usted, y practique la empatía, la comprensión y piense que el enfermo es la parte más sensible, débil y vulnerable de nuestro sistema sanitario. Y sI está en esa etapa de la vida en la que aún no ha decidido su futuro, piense que la medicina es una forma maravillosa de hacer algo por los demás, y que casi nada le hará más feliz,que sentir en sus ojos la mirada agradecida de otra persona a la que ha tenido la oportunidad de ayudar. 

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