Vejer guarda un pedacito de Chaouen. Una ventana desde la que se ven las casitas bajas, las calles sinuosas y las fachadas de ese azul puro y vivo que resplandece bajo el sol africano. Por esa ventana también se oyen sus gentes, su forma de vivir, los olores de sus cocinas y la música de sus fiestas. Dos pueblos hermanos que se reflejan uno en otro y que tratan de aprender de sus diferencias para enriquecerse mutuamente.
Esto es lo que trató el colectivo de artistas ‘Ojos de Chaouen’, que organizó un espacio artístico el pasado viernes 8 de marzo en el impresionante jardín del hotel La Casa del Califa. La iniciativa trata de estrechar lazos entre las dos culturas a ambos lados del Estrecho trayendo a Vejer esos pequeños retazos de la vida cotidiana en la ciudad rifeña.
El evento comenzó con la inauguración de la exposición fotográfica que da nombre a todo el espacio, ‘Los ojos de Chaouen’, de Jesús Botaro. La muestra, que se puede ver en la tetería del hotel La Casa del Califa se compone de casi una treintena de imágenes de la ciudad marroquí que luce en todo su esplendor. Azules saturados que contrastan con los grises suelos empedrados y los colores nítidos de la ropa tendida y la fruta en el mercado. Se trata de imágenes de la vida de los habitantes de la ciudad y de la riqueza de detalles donde cada rincón ofrece una estampa única. Es destacable el hecho de que la recaudación de esta exposición fotográfica irá destinada al orfanato de Uta Hamman de Chaouen.
En este encuentro también hubo un lugar para la poesía que corrió a cargo de la periodista Yolanda Aldón, quien presentó su libro ‘Palabras Quebradizas’. Aldón escribe en dos lenguas para transmitir con sus palabras ese sentimiento de cercanía con la cultura marroquí en un bello ejercicio de multiculturalidad. La propia autora recitó algunos de los poemas recogidos en ‘Palabras Quebradizas’ tanto en español como en marroquí que resonaron en el exótico escenario del Jardín del Califa con la noche vejeriega de fondo.
Sonidos moriscos
Tras un breve descanso, llegó la hora de la música. Así se presentó la Banda Morisca, una propuesta de mestizaje musical que aúna características propias de los ritmos marroquíes con sonidos que recuerdan al flamenco más puro. Con todo ello, la Banda Morisca se acerca a lo que debió de ser la música que se hacía en aquella Al-Andalus donde confluían los mundos de Oriente y Occidente.
La velada concluyó con una cena típica marroquí ofrecida por el restaurante El Jardín del Califa, donde se pudieron degustar los manjares más típicos y exquisitos de la gastronomía del país vecino.
En el acto estuvo el alcalde de Chaouen, Mohamed Sefiani, quien se mostró muy emocionado por esta iniciativa de acercar su pueblo a este lado de las dos orillas. Sefiani aseguró que desde el hermanamiento de las dos poblaciones en el año 2000 “tenemos una relación de amor con Vejer, somos amigos y nos sentimos muy cercanos”. El alcalde de Chaouen agradeció a toda la organización del evento, en la que se encuentra el ex alcalde Vejer, Antonio Verdú, el interés mostrado diciendo que “me encanta este acto porque viene de las personas”. Además, Sefiani expresó su deseo de hacer una muestra similar en Chaouen con Vejer como eje central.
También estuvo el delegado del Gobierno, Fernando López Gil, que destacó que “la Junta tiene contacto e inversiones en las dos orillas por el hermanamiento histórico”, teniendo en cuenta que “este intercambio cultural nos hace más ricos a todos”. Por su parte, el parlamentario Manuel Jiménez Barrios destacó que este encuentro de acercamiento entre ambas culturas pretende “compartir como nos va a todos”.
Con todo ello, se espera que éste solo sea el primero de muchos encuentros que se plantearán en el futuro. Todos los implicados en ‘Los ojos de Chaouen’ quedaron muy satisfechos con el resultado y con la oportunidad de poder enriquecerse mutuamente a través de la cultura.