El Cádiz comenzó mal la Liga, muy mal. Van cuatro jornadas y las mismas derrotas. Es, evidentemente, el último equipo en la tabla clasificatoria y las sensaciones que deja el equipo son igual de malas que su posición. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero el cadismo, pese a encontrarse en la cuarta jornada, comienza a perderla.
El viernes, los amarillos volvieron a sufrir otra abultada derrota. El 3-0 ante el Celta fue un jarro de agua helada para los aficionados.
Y no porque no valoraran la amplia posibilidad de que sucediera, sino porque el equipo comenzó sorprendetemente bien la primera parte, cuando los amarillos bloquearon a todo un Celta. Sin embargo, tampoco llegó el gol.
El Cádiz no solo es el último equipo en la clasificación, sino que también es el último en goles anotados, ya que no suma ninguno. La portería se resiste, pero es normal, ya que el equipo no genera ocasiones.
A pesar de ello, no llegó el refuerzo en ataque en el mercado de invierno.
Ahora la esperanza está puesta en
la recuperación de Rubén Alcaraz y, por supuesto, en un gran rendimiento de Bongonda y Ocampo. Por supuesto, el resto del equipo tienen que recuperar la confianza para sacar adelante una complicada situación que cada vez se pone más cuesta arriba.
Dudas sobre el mercado
El presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno atenderá el lunes a la prensa en el estadio en una comparecencia sobre el mercado de fichajes recién cerrado. Es el máximo mandatario el que dará la cara una vez más tras la ventana que ha dejado huecos blancos. Un informe de LaLiga deja posicionado al club amarillo como
el decimocuarto equipo que menos ha invertido en el mercado de verano. La entidad presidida por Manuel Vizcaíno
habría invertido un total de 7,40 millones de euros en sus movimientos. Esta cifra es la misma que ha invertida por el Espanyol.