La moratoria de los pisos turísticos no inquieta al sector. Recurrida la decisión del anterior equipo de Gobierno en los tribunales por parte de la Junta, y con un reglamento en marcha por parte del Gobierno autonómico, con previsión de entrar en vigor en septiembre, el sector confía en que el conflicto quede resuelto de manera favorable. Luis López, delegado en Cádiz de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AVVA), considera más importante, en el ámbito estrictamente municipal, que los actores protagonistas de una de las principales industrias de la ciudad recuperen la sintonía por medio del “diálogo y el consenso”. “La actividad parecía la causante de todos los males de la ciudad en los últimos ocho años”, lamenta. Noelia López, directora en Hotel Spa Cádiz Plaza y miembro de la directiva de Horeca, coincide en que los gobiernos de José María González, Kichi, han perjudicado la imagen del sector. De hecho, cuando Cádiz apareció entre los 100 destinos predilectos, según Exceltur, se mostró sorprendida. “Quien ha visitado la ciudad no ha hablado necesariamente bien ni ha repetido”, advierte. Y pone de ejemplo la falta de limpieza y vigilancia, por un lado, como quejas recurrentes de los clientes, así como la falta de iluminación de la playa, algo que espera que el alcalde solucione.
Entre los hosteleros, el cambio al frente del Ayuntamiento, es celebrado con optimismo. El presidente de la patronal Horeca, Antonio de María, ha sido especialmente crítico con la labor del ya es concejal de Urbanismo, Martín Vila, durante los últimos cuatro años especialmente a cuenta de la ocupación de vía pública por parte de los establecimientos. Por ello, confía en que se lleve a cabo la reordenación de las terrazas en enclaves emblemáticos como la Plaza Mina, San Juan de Dios, San Francisco, Candelaria, Mentidero, calle de la Palma y en Lubet, en La Viña, entre otras. “No queremos que se haga la vista gorda, queremos que se cumpla la ley, pero con racionalidad”, dice.
“El progreso no se puede parar y la ciudad necesita algo de lo que vivir”, argumenta, cuestionando otras decisiones como la peatonalización de la calle Marianista Cubillo, que perjudica, según sostiene, a los hosteleros del entorno. “Que se controle el acceso al instituto en los dos momentos puntuales de entrada y salida, pero tenerlo cortado todo el tiempo es absurdo”, remacha.
Y, finalmente, confía en que se agilicen los trámites para dar licencias. “Hay permisos para instalar terrazas pendientes todavía desde el año 2019”, exclama. “Nos hemos sentido maltratados”, concluye.
