Durante un desayuno informativo con Efe, el también presidente de la Conferencia Episcopal Española ha explicado que la mayor parte de los gastos previstos tienen que ver con las infraestructuras, como son la instalación de dos grandes escenarios para las celebraciones litúrgicas en la plaza de Cibeles y los dos grandes actos previstos con los jóvenes en Cuatro Vientos.
Otro capítulo importante son los gastos relativos a la megafonía y a las pantallas de televisión que hay que colocar en unos espacios con una gran aglomeración de personas. Sólo las estimaciones para instalar dos mil metros cuadrados pantallas se habían cifrado inicialmente en nueve millones de euros, cantidad que se ha reducido a tres tras sacar el proyecto a concurso.
Para las estimaciones iniciales se había partido de los costos de anteriores celebraciones de la JMJ, entre los 50 y los 54 millones, pero -ha señalado el cardenal- en la de Madrid “vamos a gastar mucho menos porque la colaboración ciudadana en España es enorme” y porque con los patrocinios, tras sacar los proyectos a concurso, “los costos se están reduciendo mucho y nos están obligando a revisar todas las previsiones iniciales”.
Rouco ha reconocido asimismo que las ventajas fiscales que el Gobierno contempló en la ley de Presupuestos del pasado año para quienes colaboraran en la financiación de la JMJ, junto con la publicidad que obtienen las empresas y patrocinadores de esa colaboración, está contribuyendo de forma muy importante en el logro de esa autofinanciación.
Los doce mil voluntarios que ya se han inscrito, y la solicitud hasta la fecha de 250.000 alojamientos para otros tantos jóvenes que vendrán desde sus países de origen a la JMJ, llevan a Rouco a mostrarse optimista en que Madrid puede llegar a contar con dos millones de participantes en este encuentro con el Papa, y a destacar la colaboración de las distintas administraciones públicas en la organización del evento.
Porque, ha explicado, la organización de un encuentro de esta naturaleza plantea muchos problemas técnicos y de logística que hay que resolver, como el de la acogida, de enorme trascendencia.
“Si como frontera mínima sólo nos pidieran alojamiento medio millón de jóvenes -y ya tenemos en este momento 255.000 solicitudes- eso exige un esfuerzo, primero, de la Iglesia: parroquias, colegios, centros de todo tipo que tenemos que ponerlos a disposición, al 200 por cien, al servicio de las jornadas”.
Pero con ello, agregó, sólo “estamos cubriendo escasamente la cuarta parte de las necesidades aún contando con la acogida por familias de Madrid, porque con nuestros recursos sólo podemos dar acogida a doscientos mil, por lo que hemos solicitado ayuda a la Comunidad Autónoma de Madrid y a todos los ayuntamientos de la región, con los que hemos firmado un convenio para poner a disposición de los jóvenes los colegios y centros deportivos”.