La población de osos en la cordillera cantábrica ha aumentado hasta alcanzar los dos centenares de ejemplares, más del doble que en los noventa.
La población de osos en la cordillera cantábrica ha aumentado hasta alcanzar los dos centenares de ejemplares, más del doble que en la década de los noventa del siglo pasado, según los estudios del CSIC y la Universidad de Oviedo hechos durante los últimos años.
La profesora Ana Domínguez y el investigador del CSIC Javier Naves han explicado que un estudio basado en la recogida de pelos y heces para un censo genético indica que habitan entre 195 y 210 osos.
Al superarse los 200 ejemplares se ha alcanzado el “tamaño mínimo” para que el oso de Asturias y León sea “viable a corto plazo”, aunque aún la cantidad está “muy lejos” de que se considere su viabilidad a medio y largo plazo, ha explicado Domínguez.
“Seguimos hablando de una especie en peligro de extinción”, ha resumido Naves, quien, no obstante, ha dicho que con la presentación de estos estudios es un día “para disfrutar” de los resultados, pues en censos hechos hace unos quince años -que no eran de estimación directa como ahora- la cifra era inferior al centenar de individuos.
Pese a que desde hace casi un siglo se dividieron en dos las poblaciones y existe una diferenciación genética, en 2008 se hallaron dos ejemplares con genotipos del occidente y el oriente mezclados.
En el estudio se recogieron 381 muestras de heces y pelos durante años y se determinó un censo de 169 ejemplares con huella genética individual. 147 en el occidente de Asturias y León, y 25 (18 machos y 7 hembras) en la zona oriental de esas provincias y en Cantabria y Palencia, con algunos casos de muestras recogidas en ambas zonas.