Desde Cádiz, a través de un grupo de investigación de la Facultad de Ciencias del Trabajo de la Universidad de Cádiz, se ha desarrollado una novedosa herramienta de trabajo, basada en los métodos de la mediación, que, si no surgen contratiempos, acabará por integrarse en casi todas las fuerzas de seguridad de España, e incluso foráneas. De hecho, todo hace indicar, debido al interés mostrado, que será la Policía Local de Cádiz el primer cuerpo de seguridad en poner en práctica el citado proyecto.
Se trata de Medipol, es decir, mediación policial de forma reglada y oficial. Una herramienta de la que harán uso mediadores policiales para solventar conflictos, alejados de lo penal, mediante la comunicación, sentándose con las partes implicadas en el conflicto para hacerles ver que lo mejor para todos es alcanzar acuerdos previos, y así evitar males mayores o derivaciones a instancias superiores.
Pero quien mejor nos puede explicar el proyecto es José Gabriel Torrens Ibarguren, doctor en Ciencias Sociales y Jurídicas por la Universidad de Cádiz y trabaja como guardia civil en el Puesto Principal de Conil. Este hombre, nacido en Cádiz, ha desarrollado junto al catedrático Carlos Guillén y la profesora de la UCA, María del Junco, están desarrollando un proyecto pionero y revolucionario, denominado Mediapol, que en poco tiempo cambiará varios ámbitos de actuación de todas las fuerzas de Seguridad del Estado, entre ellas la propia Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Local, al tiempo que podría exportarse a otros países.
De hecho, a día de hoy es la Jefatura de la Policía Local de Cádiz la que seguramente será la primera fuerza policial en aplicar el proyecto basado en un protocolo de mediación mediante un sistema reglado y amplio. Suena raro, pero es algo sencillo, de sentido común y que se convertirá en un instrumento de vital importancia a la hora de resolver conflictos incluso antes de que se den.
Como señala Torrens: “El proyecto se basa en la utilización del concepto y la metodología de la mediación como una herramienta para resolver conflictos, y aplicarla en su ámbito social de manera adaptada a las peculiaridades del entorno policial y a sus posibles conflictos, tanto internos como externos”.
Hablamos de “dotar de una herramienta, unos instrumentos y habilidades a los agentes policiales, al tiempo que se instauraría un sistema concreto para canalizar sus conflictos. En consecuencia, muchos de ellos se resolverían y no se trasladarían potenciados a otras instancias, como la judicial o de responsabilidad disciplinaria interna. Con lo cual, se descongestionaría el sistema en su vertiente del conflicto, y se extenderían sus resultados beneficiosos a otros con lo que se interconecta, tales como el judicial”.
Descongestión judicial
Torrens explica que “uno de los objetivos es desahogar a los juzgados, y es que hoy en día, ellos mismos sugieren derivar casos a la mediación. Por lo que, de alguna forma “se subsanarían conflictos, por anticiparnos a ellos, consiguiendo que repercutan sus soluciones, a todo el entorno policial, tanto en relación al desempeño laboral interno de los agentes, como en las relaciones de estos con los ciudadanos. Y a su vez, poder prestar a su servicio nuevo y agregado al desempeño policial a disposición del ciudadano, velando aún más por sus intereses y por sus problemas. Potenciando la buena convivencia mediante la resolución de sus problemas”.
“Nosotros queremos actuar mediante la mediación en tres ámbitos, aunque pueden ser más”, señala Torrens, “el que afecta al interno, entre agentes, que hemos denominado “Mediación Intracuerpo”; el que afectaría a un ciudadano en relación a un agente, que llamaríamos Mediación Extracuerpo; y una Mediación en la que dicho agente mediaría entre personas o representantes de un colectivo, que citamos como de “Servicio Público”.
La mediación Intracuerpo “sería para cualquier problema que pueda derivarse de una relación anómala entre Agentes que pueda trasladarse al servicio. Es decir, un Agente tiene una disputa o un conflicto con un compañero y esto puede afectar a la calidad del servicio que se ofrece”.
“La mediación Extracuerpo se utilizaría para mediar en conflictos que puedan producirse entre un ciudadano o colectivo de ciudadanos, y un agente de la Ley. El objetivo del mediador será evitar que se crucen denuncias y sobre todo que el problema no vaya a mayores, derivándose otros ilícitos”.
“Luego está la mediación de Servicio Público. Un ejemplo, comunidades de vecinos en conflictos con problemas de ruidos, vecinos de núcleos rurales con conflictos de lindes, etc… ”.
“También será útil para mediar en conflictos entre distintas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que desempeñen sus cometidos en un mismo municipio. Pudiéndose canalizarse estos a través de las Juntas Locales de Seguridad, al dotarlas de esta Sistema. O a nivel sindical o asociativo dentro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad…Las posibilidades son infinitas…”.
Orden público y paz social
“La idea es solucionar aquellos problemas que puedan perjudicar al orden público o a la paz social, y que además el ciudadano pueda ejercer mejor sus derechos y disfrutar de sus libertades”, por lo que “tendríamos que catalogar una serie de problemas en los que Medipol entraría, ya que no todos los conflictos pueden entrar en esta lista. Un catálogo de conflictos, que se adaptaría al entorno donde se aplicaría, para cada uno de los ámbitos y en función del caso conflictivo en concreto”.
Evidentemente, este sistema interesa y mucho a Fuerzas de seguridad como la Policía Local, “de hecho ya estamos tratando de implantar este sistema en la Policía Local de Cádiz, y ahora mismo el proyecto se encuentra en un proceso de negociación a través del Ayuntamiento , a través de la Jefatura de la Policía, que se muestra muy interesada”. Mientras que en el próximo Consejo Superior de la Guardia Civil se presentará a través de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC). En cuanto al Cuerpo Nacional de Policía, en breve se mantendrán conversaciones con representantes del Sindicato Unificado de Policía (SUP ) a nivel provincial ,para que conozca y se extienda la idea.
“La idea última es que todas las Fuerzas Policiales cuenten con este Sistema y apliquen dicha herramientas, en colaboración, y en pos de la ciudadanía”, señala Torrens.
“Para mediar hay que conocer la técnica, poseer una serie de competencias y unas habilidades sociales, y por eso queremos formar a los agentes en mediación y en sus habilidades. Luego el siguiente paso sería implantar el sistema de forma programada y flexible para que se pueda evaluar y mejorar mediante la experiencia, y así poner a disposición del ciudadano esta herramienta de resolución”, añade.
La idea es que todos los agentes estén formados y puedan hacer uso de esta herramienta. Para ello se harían ciclos formativos, cursos telemáticos, e incluso se introduciría el conocimiento del sistema y se formaría en sus técnicas y habilidades, en las propias Academias de formación Policial. Y hay que tener en cuenta que es algo voluntario, tanto el papel de mediador como que las partes en conflicto acudan a una mediación.
La mediación es un sistema reglado, que tiene una serie de pautas, con un proceso que prefija “qué hay que hacer” y “qué no hay que hacer”, y un registro de lo que se plasma en las sesiones y sus conclusiones, mediante un proceso de actas.
La comunicación
El objetivo básico es “establecer una comunicación entre las partes en conflicto. Estas deberán entender que si no se hace, probablemente tendrán que asumir costes judiciales, así como otros costes económicos y personales. Cuando las partes se sientan, ambas saben que el otro también quiere buscar una solución, con lo que queda acercar posturas mediante la comunicación y las técnicas de mediación, que previamente se han puesto a disposición del Agente”.
“Normalmente las comisarías, los cuarteles, las jefaturas, se convierten en no pocas ocasiones en auténticos “confesionarios”. Allí acuden ciudadanos contando las cuestiones que les afectan, sus problemas… y ese conflicto que plantea, puede ser una simple queja, un desahogo, un consejo o una cuestión penal. Y en este aspecto, el penal, es donde no entra la Medipol. En todo lo demás si se observa un conflicto y este se adapta al sistema que complementa a los demás, se les puede ayudar de otra manera más próxima, si se aplica la Medipol.”, señala Torrens.
“Es algo que de alguna manera se intenta, pero de forma oficiosa por el bien del ciudadano. El agente da consejos, ayuda sin vulnerar los canales actuales y la forma en que formaliza lo que llega a su conocimiento. Pero al no ser algo reglado, no se le da una solución efectiva, amplia, fehaciente y lo más importante: perdurable en el tiempo”.” Y es que el agente no debe comprometerse, más allá que lo estipulado, lo reglado y lo que le dicta la experiencia. Pero si cuenta con esta herramienta, y el Sistema Medipol le respalda en su desempeño profesional, pues todo cambia”, añade.
Todo nace a raíz de unos estudios universitarios en Mediación. En conjunción con el Catedrático de la UCA, Carlos Guillén y la Dra. María del Junco, se planteó la idea de aplicarlo al ámbito policial. Este fue el germen de un proyecto que dará solución a muchos problemas que van desde conflictos entre dos partes en disputa, hasta el actual colapso de los juzgados. Y es que existen varios tipos de mediación, como la mercantil, la familiar, la laboral, pero no existía la policial que cubriera todo el Universo Policial, en sus relaciones y sinergias.
Catálogo de conflictos
La idea es elaborar un Catálogo de los Conflictos del Sistema Medipol, establecer los cauces formales para establecer dicho sistema y las formas de comunicación internas y externas, saber quién va a mediar y cómo se va a llevar a cabo la formación de los agentes. “Por último vendrá lo más importante: que el ciudadano tenga conocimiento y pueda hacer uso de este Sistema en su beneficio”.
En marzo de este año se culmina el proyecto a través del Equipo de investigación de la UCA, el FQM 311 de Ciencias del Trabajo, liderado por Carlos Guillén, que nace a partir de una tesis doctoral realizada por Torrens en la UCA, y avalada por las Universidades de las islas Madeiras y Lisboa.
Ahora este equipo de investigación firmará de forma inminente un acuerdo con la AUGC, para que se presente el mismo en el próximo Consejo Superior de la Guardia Civil.
También se ha interesado y mucho la Policía Local de Cádiz, siendo el teniente de alcalde, Ignacio Romaní, quien primero conoció el proyecto. Por lo que de llevarse a buen término la Policía Local de Cádiz será la primera en aplicar este Sistema de Mediación en su conjunto, siendo pionera en toda España.
De hecho, “ahora mismo estamos en conversaciones con la Jefatura para profundizar en la materia y ver cómo se aplica. Conversaciones que están muy avanzadas dado el interés”, asegura Torrens.
“En breve, nos sentaremos con otro Ayuntamientos andaluces con los que ya hemos mantenido contacto, y a su vez se muestran ampliamente interesados”, apunta.
Los agentes y compañeros que ya conocen este Sistema “lo ven con muy buenos ojos, incluso comentan que si lo hubiesen conocido antes, muchos problemas se habrían podido solucionar mediante esta Sistema, y al estar formados en estas técnicas su trabajo sería más fácil”.