Alrededor del 12 por ciento de los gaditanos padecen depresión, lo cual se traduce en que más de 14.000 personas podrían sufrir este grave trastorno en la capital gaditana, según datos aportados por la Fundación Anaed, ente éste nacido en 2002 a raíz del trabajo desempeñado anteriormente por la Asociación Nacional de Ayuda al Enfermo de Depresión. En la siguiente entrevista abordamos el funcionamiento de la entidad y las terapias a seguir.
—¿Qué es la Fundación Anaed?
—La Fundación nace como asociación en 1994 a nivel nacional y en 2002 se constituye como fundación con sede en Madrid, Valencia y Toledo. Al morir el presidente fundador en 2011se decide que hay que expandir esta entidad, por lo que se cambia el patronato de la fundación y me nombran a mí coordinador general. Acepté con la condición de que quería traerme la coordinación nacional a Cádiz porque con los medios tecnológicos que existen creo que es posible llevarlo todo desde aquí. El objetivo de Anaed es cubrir España y luego expandirnos internacionalmente.
—¿Cuándo se constituye en Cádiz?
—La sede de Cádiz abrió el año pasado y este año ya tenemos consulta en Jerez y Sevilla. Mi primer objetivo es cubrir Andalucía e ir subiendo poco a poco.
—El año pasado se produjero más de 3.000 suicidios en España y más de un centenar en la provincia de Cádiz...
—La crisis está provocando que se incremente el número de casos, pero también es cierto que hay muchos otros que se están evitando porque las familias se están estructurando de nuevo. De alguna forma, el tener a los familiares al lado ayuda a no sentirse sólo y éste es precisamente uno de los principales factores que pueden desencadenar una depresión.
—¿Cuando se habla de la depresión enseguida pensamos en personas adultas o ancianas, pero es un problema que cada vez afecta más a los niños y adolescentes?
—Las nuevas tecnologías están provocando que en una misma casa puedan estar tres personas y una esté viendo la televisión, otra chateando y otro conectado a Internet. Las redes sociales son un gran adelanto pero siempre y cuando se utilicen bien y moderadamente, sin que te genere una dependencia. Está propiciando muchos casos de soledad compartida, es decir, familias que están bajo el mismo techo, pero no comparten la vida de verdad.
—Según la Organización Mundial de la Salud en 2020 el 25% de la sociedad estará depresiva.
—Así es. Ahora mismo la depresión nos cuesta 7.000 millones de euros al año. Hay 6 millones de personas en este país que de alguna manera están implicadas en el mundo de la depresión. El problema está en que esto no va a bajar, todo lo contrario. Si no se toman medidas va a ir a más, y lo que está claro es que esto no se arregla sólo. Necesitamos que los medios de comunicación cambien su planteamiento y hablen de este problema y que las administraciones apoyen esta causa. El tratamiento pasa por poner el problema encima de la mesa y hablar de él. Las familias tienen que saber que son una pieza fundamental en la cura de una depresión y que necesitan ayuda para ello.
—¿Cuál es el principal trastorno que os encontráis aquí?
—Nos llegan muchos enfermos con trastornos bipolares y personas que están padeciendo una depresión exógena (motivada por problemas externos).
—Esta sede está ubicada en la calle Vea Murguía, en pleno barrio del Menditero, una de las zonas de Cádiz con más personas mayores que viven solas. ¿Este factor se ha tenido en cuenta a la hora de abrir la sede?
—Queríamos que fuese en el casco histórico, porque eso facilita la movilidad de las personas mayores, ya que la gran mayoría de ellas residen en el centro de la ciudad. También pensamos en un sitio tranquilo, bien comunicado y con parking cercano. En Jerez estamos en la Avenida de Arcos y en Sevilla en Triana, también con aparcamiento fácil. Hemos buscado la comodidad del paciente en todo momento.
—¿Cuál es el protocolo que se sigue una vez que llega un paciente?
—A ese paciente lo primero que se le realiza es un test que nos permite saber cuál es su estado. No es un test matemático sino basado en la experiencia de cientos de psicólogos que han llegado al mejor cuestionario. Mucha gente llega con ideas desordenadas, y esta prueba nos permite realizar un diagnóstico previo. Una vez que tenemos este resultado la psicóloga coordinadora estudia el caso y decide, junto con el paciente, si sólo necesita terapia o si precisa acompañarse de un psiquiatra que le mande alguna medicación que hay que cumplir a rajatabla, porque si no es peor el remedio que la enfermedad. La terapia puede ser de muchos tipos, dependiendo del problema. Somos una especie de entrenadores psicológicos para ayudar a las personas a que estructura sus pensamientos y tome las decisiones adecuadas.
—¿A cuántos pacientes de Cádiz atendéis actualmente?
—En estos momentos son unos 110, y lo que más predomina son las mujeres de mediana edad. Los niños estén empezando a desencadenar depresiones a los doce años y lo estamos notando mucho.
—¿Cómo se puede detectar el inicio de una depresión en los niños?
—Mucha gente piensa que tiene que percibir en el crío signos de tristeza, y esto no es así porque la depresión no siempre se exterioriza de esta manera. Algunos simplemente no tienen amigos, no tienen el comportamiento social adecuado en la escuela, o están permanentemente enfadados con la gente que le rodea y no sabe explicar por qué está enfadado. No obstante, las que más vienen a consulta son las madres. Los hombres son más reacios a venir y tienden más a guardar silencio y a cortar por el camino más corto cuando ya no pueden más. De cada 100 suicidios, 78 son protagonizados por hombres. Las mujeres son más dadas a hablarlo y buscar soluciones.
—Habéis presentado una Guía de la Depresión, ¿en qué consiste y para qué sirve?
—La hemos presentado junto con el Colegio de Farmacéuticos y vamos a repartir carteles y tarjetas por todas las oficinas de farmacia de la provincia anunciando la existencia de la guía. Este documento va a estar ya en los ordenadores de toda la farmacia para que lo solicite quien quiera. Hemos hecho una Guía muy breve para que el interesado tenga una base muy simple sobre cómo detectar los síntomas de una depresión. Sirve como primera toma de contacto con este problema.
—¿Esta Fundación no tiene ánimo de lucro y el coste de proceso es bastante asequible para las personas que no se puedan permitir ir a la consulta de un psicólogo privado?
—No podemos pagar los tratamientos de todo el mundo porque no tenemos capacidad para ello. Pero mediante el voluntariado, los donantes y los psicólogos y psiquiatras que colaboran con nosotros rebajándonos mucho sus precios podemos llevar esto adelante. Subvencionamos el 75% de las consultas y lo que pedimos a los que vienen es que quieran curarse y que haya implicación por parte de la familia para ayudar. Los gaditanos tienen que saber que salvo casos muy graves, que no hay tantos, el resto tiene curación. Todo depende de que la gente quiera o no curarse. Al final se le da la vuelta a la tortilla y aprendes a mirar los problemas con otros ojos. En muchas ocasiones cosas que son irreversibles, como la muerte de un hijo, te obligan a cambiar la estructura del pensamiento para poder salir adelante.
—¿Todo esto a contracorriente porque los mensajes que dominan la sociedad no son precisamente favorables para salir de una depresión?
—Efectivamente, y además sintiéndonos un poco solos. Antes un niño pequeño quería ser médico, abogado, maestro, etc., ahora mismo no sabe por dónde ir porque las redes sociales y los propios medios impulsan la crisis de valores que estamos viviendo. Creo que las familias tienen que apiñarse de nuevo y no lo digo en el sentido religioso. Anaed no es una fundación religiosa, para nada, pero lo digo desde un punto de vista social, porque las familias es fundamental, sobre todo en la sociedad tan agresiva en la que estamos inmersos en estos momentos.
—¿Quiere añadir algo más a esta entrevista?
—Decir que las personas que quieran ponerse en contacto con nosotros sólo tienen que pasarse por la sede de Cádiz, que está en la calle Vea Murguía 14, o si lo prefieren en Jerez estamos en la Avenida de Arcos y en Sevilla en la calle Pureza. El teléfono de contacto es el mismo para toda Andalucía: 856 171 171, o si lo prefieren a través de la web
www.fundacionanaed.es.