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Cádiz

Domingo de Ramos radiante con todas las cofradías en la calle

En el primer día de la Semana Mayor se ha apostado por lo clásico, tanto en los repertorios musicales como a la hora de exornar los pasos.

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  • Señor de la Paz. -

Cuando un cofrade sueña con un Domingo de Ramos, inconscientemente se le viene a la cabeza un día como el de ayer, de cielo azul, sin una sola nube, y una luz intensa que baña el dorado de los pasos de misterio y que ilumina los bellos rostros de nuestras Dolorosas.

'Paz y Amparo' en la Alameda

El Domingo de Ramos debe estrenarse en la Alameda, a la orilla de la Iglesia del Carmen, para ver la salida de Nuestro Padre Jesús en su entrada Triunfal en Jerusalén y su bendita Madre del Amparo.
A las 14.30 horas, la Cruz de Guía de la Borriquita atravesaba el dintel del Carmen y tras ella un reguero de penitentes de capirotes de terciopelo rojo. Diez minutos más tarde salía el Señor portado por la cuadrilla de los Hermanos Martín.

Tras la primera levantá, que la dio la pregonera de la Samana Santa de Cádiz 2015, Rosa María Cossi Magaña, la primera marcha que la Agrupación Musical Polillas interpretó fue todo un clásico de nuestro Domingo de Ramos, Nuestro Padre Jesús de la Paz, y acto seguido, Orando en Monte-Sión. La Hermandad escogió un estilo clásico para el repertorio, que tuvo su reflejo también en la Virgen. El paso de misterio estrenó los candelabros de guardabrisas delanteros, que daban un estupendo resultado en la calle.

La Virgen salió a las 15 horas, a los sones de la marcha ¡¡Guapa!!, de Gabriel Vadillo, que la Banda de Música Pedro Álvarez Hidalgo estreba para la ocasión. La segunda marcha fue Paz y Amparo, la única composición que el genio Pedro Morales tiene dedicada a la Semana Mayor gaditana, y más concretamente, a los Titulares de la Hermandad de la Borriquita.

Un momento muy emotivo fue el que se vivió en San Agustín, cuando ambos titulares se giraron para saludar a la Amargura.

Despojado y Sagrada Cena

Ayer dos Dolorosas se quedaron llorando por el cruel destino de su Hijo. Ellas fueron la Reina de Todos los Santos de la Sagrada Cena, y la Virgen de la Concepción del Despojado. La primera Hermandad en salir de las dos anteriormente citadas fue la de Salesianos, que lo hizo a las 15 horas. Cortejo de penitentes cada vez más amplio y muy bien plantado en la calle. El estreno más llamativo de este año fue la Cruz del paso de misterio.

A las 17.30 horas salía de Santo Domingo la Sagrada Cena, con una maniobra muy complicada bajo el mandato del capataz Antonio de la Jara. La Cena estrenó acompañamiento musical de cornetas y tambores, con la banda del Gran Poder de Coria, y la verdad es que no desentonaba para nada. 

Las Penas, y la alegría del reencuentro

Este año el centro de atención del Domingo de Ramos fue la Hermandad de las Penas. Los gaditanos, y especialmente los cofrades, teníamos muchas ganas de revivir este momento de reencuentro en la calle con Nuestro Padre Jesús de las Penas y María Santísima de la Caridad.
Cinco minutos antes de las 18 horas, la Cruz de Guía de la corporación se puso en la calle. Manuel Ruiz se estrenaba como capataz general y no pudo evitar emocionarse al vivir por primera vez la salida de su Virgen con su sobrina María en los brazos.

La Banda de Cornetas y Tambores Cristo de los Milagros del Sanlúcar de Barrameda se estrenaba en la Semana Santa de Cádiz tras el Señor de las Penas y lo hizo por todo lo alto, porque dio un recital a muy buen nivel. De esta forma, el acompañamiento musical del misterio cambiaba de estilo, pasando de Agrupación Musical a Cornetas y Tambores, todo un acierto por parte de la cofradía.

La belleza eterna de la Virgen de la Caridad por fin asomó por el dintel de San Lorenzo. Una Dolorosa que deja extasiado a su paso, por la armonía de su rostro, y por lo perfectamente que va vestida por Juan Carlos Romero.

Enhorabuena a la junta de gobierno porque gracias a ella los cofrades hemos podido disfrutar de sus Titulares en la calle. Merecieron las penas.

El clasicismo del día, Humildad y Paciencia

La nota clásica del Domingo de Ramos la pone la Hermandad de la Humildad y Paciencia. A las 19 horas, en la plaza de San Agustín no cabía un alma para ver la salida de dos de las tallas más grandiosas de la Semana Santa gaditana, como son el Cristo de la Humildad y Paciencia y la Virgen de la Amargura.

A las 19.15 horas, los tramos de penitentes empezaron a salir del Instituto del Rosario y cinco minutos más tarde el paso de misterio empezaba a asomar por el dintel de la puerta de la Iglesia. Como es ya tradicional, la Banda de Música de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de Rota, interpretó magistralmente el Himno de la Humildad y Paciencia de Camilo Gálvez. Acto seguido, la Banda de Cornetas y Tambores de las Tres Caídas de Arcos tocó la marcha La Lanzada, de Ramón Montoya. El Cristo de  mirada penetrante y sobrecogedoda  iba sobre un monte de claveles rojo sangre de toro.

Diez minutos más tarde salía Nuestra Señora de la Amargura,con la marcha Amarguras. Hay que dar la enhorabuena a la hermandad por el repertorio de marchas que escogió y a los cuadrillas con el impecable mimo con el que pasearon a los Titulares. 

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