Neumosur, la sociedad científica que aglutina a los neumólogos y cirujanos torácicos del sur de España, reclama a las fuerzas políticas y a las administraciones públicas la
financiación de tratamientos farmacológicos para dejar de fumar, sobre todo entre los pacientes con EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) una patología provocada fundamentalmente a consecuencia del tabaquismo y que tan sólo en Cádiz la padecerían 43.000 personas sin tan siquiera saberlo. Esta sociedad científica realiza esta petición en la víspera del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra el día 31 de mayo.
“Al menos el 85% de las personas que sufren EPOC padecen esta enfermedad por haber sido fumadores, y se calcula que incluso entre un 40 y un 50 por ciento de los afectados aún continúan fumando. Con un tratamiento adecuado podrían contrarrestar la fuerte adicción que mantienen y cesar el hábito tabáquico, aunque para conseguirlo sería esencial contar con la financiación de ese tratamiento por parte de las administraciones sanitarias”, expone el Dr. Marcos García Rueda coordinador del grupo de Tabaquismo de Neumosur.
García Rueda basa su exposición en estudios recientes que han constatado que si se financiara el tratamiento de deshabituación tabáquica, los beneficios para el Sistema Nacional de Salud y los servicios sanitarios de las comunidades autónomas se evidenciarían al cuarto año de su comienzo y supondría un ahorro de más de cuatro millones de euros a los cinco años.
Y es que alrededor de 29 problemas de salud están asociados al tabaco, entre los que destaca también el cáncer de pulmón, que en el 85% de los casos es debido al hábito tabáquico. Todos ellos provocan un gasto sanitario y social del 1,7% del PIB, casi el doble de los impuestos que recauda el Estado por esta droga. En el caso del EPOC los costes sociales, laborales y sanitarios suponen 2.400 millones de euros/año (2% presupuesto anual del Ministerio de Sanidad y Consumo y un 0,25% del PIB).
El coste sanitario medio generado por cada paciente se ha estimado en 1.752 euros/año, de los cuales más del 80% corresponden a gastos hospitalarios y fármacos. Se calcula que el gasto sanitario medio que supone un individuo desde el momento en que se le diagnostica la enfermedad, alrededor de los 50 años, hasta el final de su vida asciende, según estimaciones conservadoras, a unos 30.050 euros, sin tener en cuenta la importante repercusión sobre la calidad de vida de los pacientes y sus familiares.
“Desde Neumosur mantenemos la reclamación histórica de destinar los ingresos fiscales asociados a la compra de cajetillas a promover intervenciones efectivas para el control del tabaquismo y programas de prevención en colectivos especialmente sensibles como los jóvenes, así como a sufragar los tratamientos de probada eficacia disponibles para dejar de fumar”, sostiene el presidente de esta sociedad científica, el Dr. Aurelio Arnedillo.
Esta petición está estrechamente ligada a otra que ha tomado visos de actualidad en estos días tras la entrada en vigor del nuevo diseño de las cajetillas de tabaco, que desde el pasado día 20 de mayo han visto duplicado el espacio para las imágenes y mensajes de sensibilización contra el tabaquismo. Para Neumosur esta medida es a todas luces insuficiente: “la solución factible para reducir el consumo de tabaco, sobre todo entre los más jóvenes, pasa por implantar un empaquetado genérico que carezca de marcas”, apunta el Dr. Marcos García Rueda.
Estudios recientes elaborados en Australia, primer país del mundo que adoptó en 2012 esta fórmula de una cajetilla neutra, carente de atractivo visual, manifiestan que en tres años el consumo de tabaco ha descendido del 15,1 al 12,8 por ciento, lo que ha motivado que países como Irlanda, Reino Unido o Hungría hayan decidido instaurar la
misma medida en estos últimos dos años, a la que se suma Francia en este mes de mayo.
Con esta petición Neumosur se suma a la propuesta realizada por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y por el Comité Nacional para la Prevención y Tratamiento del Tabaquismo (CNTP) al Gobierno de implantar en España el conocido como ‘plain packaging’, medida amparada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Está constatado que los paquetes de tabaco genéricos, que carecen del atractivo que puedan otorgarle un determinado diseño, captan menos fumadores nuevos. A ello se debe sumar que las advertencias sanitarias en estos envoltorios más sobrios generan un impacto mayor entre los consumidores”, señala el Dr. Arnedillo.
La implantación de este empaquetado genérico debe ir acompañada, sostienen desde esta sociedad científica, de una política que evite el aumento del contrabando de tabaco, una problemática que ha cobrado especial importancia en Australia tras la implantación del paquete neutro (ha ascendido un 25%) y que en España ya azota de manera destacada a Andalucía, donde recientemente han sido desarticuladas varias redes de distribución y venta de cajetillas ilegales.
Andalucía es precisamente una de las comunidades autónomas españolas con una prevalencia de tabaquismo más elevada. En concreto, el consumo de tabaco en Andalucía, según las últimas cifras disponibles, se sitúa actualmente por encima del 27% con un preocupante pico máximo de prevalencia en el grupo poblacional entre 25 y 44 años. Asimismo, es reseñable el notable aumento de las adolescentes fumadoras, contando España con una de las tasas más altas del continente: por encima del 30%.