Es la concejala más joven del arco plenario y lleva la batuta de una de las delegaciones que genera más debate, la de Fiestas. María Romay tenía claro que su llegada a la concejalía del Ayuntamiento de Cádiz el pasado mes de septiembre iba a estar marcada por la polémica. Tenía varios frentes abiertos, entre ellos la configuración de los nuevos estatutos del Patronato (todavía pendiente de aprobar) y presentar un Concurso que atendiera las demandas de comparsistas, chirigoteros, cuarteteros y coristas. "El momento más difícil y también más enriquecedor que he vivido como concejala de Fiestas ha sido mi llegada. Se abrían las puertas de algo que había estado cerrado a cal y canto. Estamos en este punto de cambio gracias a que ha sido un proceso tedioso y difícil", asegura la edil cuando echa la mirada atrás y recuerda su camino.
Y sí que ha sido un proceso complejo, que todavía no está cerrado, ya que el nuevo Patronato está pendiente de aprobarse con la inclusión de las alegaciones de Antifaces, Autores y CA. Las entidades piden, entre otros aspectos, que las juntas de Fiestas y COAC mantengan su carácter ejecutivo, algo que está en estos momentos en estudio jurídico. Además, en este frente abierto de Romay también hay que incluir el debate sobre la configuración en asociación de Antifaces de Oro para poder tener voto en la Junta del COAC. Mientras el presidente de la entidad, Antonio Rivas, pide que sea el propio Ayuntamiento el que presente los estatutos para que sea una entidad local, Romay defiende "que sean ellos los que configuren sus estatutos. Se trata de una distinción municipal, no de una entidad", apunta la edil, que por otro lado sí reconoce la importancia de que Antifaces de Oro tenga voz y voto en la Junta del COAC.
No obstante, aunque queden aspectos por pulir y retos por conseguir, María Romay está satisfecha con el resultado tanto de la organización del Concurso como de la las decisiones tomadas previas, como es el caso de la abolición de las ninfas. En este sentido, admite que no quiere subestimar a la tradición porque "para bien o para mal Cádiz tiene mala memoria. No doy por zanjado el tema de las ninfas. Si lo hiciera estaría subestimando una tradición con mucha historia en la ciudad. Eso sí, hemos demostrado que no se ha caído el Falla por su ausencia. Este año es el de la construcción de la mujer en el Carnaval".
Y es que a la hora de hablar de retos sobre la mesa de cara al Carnaval 2018,la joven edil tiene claro los caminos. Así, uno de ellos es poner una fecha fija a la fiesta. "El tema de la fecha fija para el Carnaval es algo que está asumido y que se va a debatir. Es un tema que lleva tiempo en los círculos más íntimos del Carnaval y que ahora se pone sobre la mesa", defiende Romay, que también se muestra dispuesta a plantear modificaciones en el reglamento del Concurso en el tema de las puntuaciones , una petición del jurado del pasado certamen."Se va a trabajar sobre ello. En 2017 desestimé estos cambios porque sólo quedaban cuatro meses para el Concurso y abrir el melón de las puntuaciones requiere tiempo y participación", sentencia.
Objetivo: Museo del Carnaval
Pero si hay un proyecto que está en la mente de todos los amantes de la fiesta ese es el del Museo del Carnaval. En este sentido, Romay tiene varios aspectos claros. El primero, su ubicación. "Queremos que esté en la finca de Marqués de Ricaño. Es un edificio con carácter y que da sensación de tranquilidad", asume Romay, que recuerda que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se comprometió a que la administración andaluza aportaría un millón de euros para el desarrollo del proyecto. Lo que supone una palanca para desenterrarlo, ya que la concejala de Fiestas asegura que el Museo del Carnaval "estará incluido en los nuevos presupuestos de 2017 con una partida mayor que en 2016". Y es que su objetivo es que este año se comience a poner en marcha el proyecto para el que en 2016 se contempló en los presupuestos una inversión de 50.0000 euros para un concurso de ideas, que sigue en el aire.
En definitiva, Romay inicia ahora un nuevo camino, el de "la construcción" de un nuevo Carnaval, como a ella le gusta definirlo, para el próximo año. Un recorrido que seguro que estará marcado por las diferencias y debate, como cuando se trata cualquier pasión, y del que todavía queda mucho por contar.