Decía Jorge Luis Borges que “de los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo. Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”. Sin embargo, en los últimos años, y con la llegada de otras formas de consumir entretenimiento y las nuevas tecnologías, es usual escuchar la temida frase “la gente ya no lee”. ¿Qué hay de cierto tras esta expresión tan extendida?
Con motivo del Día Internacional del Libro, celebrado ayer, nos hemos interesado por saber qué leen los gaditanos. Se podría decir que en Cádiz existe un ‘puntito chovinista’, ya que los libreros coinciden en que las obras que más se venden son aquellas de temática gaditana. “Sobre Cádiz hay mucha bibliografía, y es una de las secciones que más solemos mover”, nos cuenta Juan Manuel Fernández, de la Librería Manuel de Falla. “Todo lo que se publique sobre la ciudad suelen venir los lectores a interesarse por ello”. Por su parte, Charo Sáez, encargada de la librería Quorum, coincide con su compañero de gremio. “Historia, anécdotas o misterios de Cádiz se venden mucho”.
De esta forma, obras como ‘Cádiz Oculto’, de José Manuel Cueto, libros de temática carnavalesca, como la saga de ‘El asesino de comparsistas’, de Fernando Macías, o novelas históricas ambientadas en la ciudad, como ‘La melodía de la oscuridad’, de Daniel Fopiani, se convierten en algunos de los más buscados por los gaditanos.
Durante el pasado año, según un estudio de la Federación de Gremios de editores de España (FGEE) y el Ministerio de Cultura y Deporte, aumentó el número de lectores habituales a la vez que bajaba la cifra de los que dicen no leer nunca. Unos datos favorables que los libreros gaditanos respaldan. “La situación del libro ha empezado a mejorar desde hace tres o cuatro años con respecto a los años que fueron del 2008 al 2013, bastante malos. Se trata de índices muy pequeños de subida”, comenta Fernández.
Sin embargo, la gente a pie de calle no opina lo mismo. Los ciudadanos consideran que el número de lectores está decayendo. “Puede ser que ahora se lea menos, sobre todo por parte de los jóvenes que están muy metidos en las redes o jugando con el ordenador, por lo que creo que libros tanto en papel como en digital les gusta menos, porque no tienen paciencia para leer”, nos cuenta Belén, lectora y profesora. “La lectura por entretenimiento y por diversión, así como el aprendizaje de idiomas, se sigue demandando. La gente joven también sigue leyendo, aunque tal vez menos, porque plataformas como Facebook o Instagram van en contra de alguna manera del libro. Los adolescentes prefieren escuchar a leer”, asegura Sáez.
Lo que sí nos queda claro, tanto por parte de los usuarios como de los libreros, es que los lectores siguen prefiriendo el formato clásico al digital. A los amantes de los libros le sigue gustando el olor a libro nuevo y el tacto del papel.