El pasado 13 de julio el Cádiz CF logró el ascenso a Primera División catorce años después. Un hito en la historia del club, que en su pasado más reciente vagó por el infierno de la Segunda B y llegó a estar incluso cerca del descenso a Tercera.
El Real Oviedo se imponía en La Romareda ante el Real Zaragoza, y los amarillos volvían a la máxima categoría del fútbol español en una campaña en la que los gaditanos coparon los puestos altos de la clasificación desde la jornada 1, ya que ganaron las primeras cinco jornadas y se colocaron con quince puntos de quince posibles.
Si por algo será recordado el año 2020, será por la COVID-19. El pasado mes de marzo, el coronavirus paralizó la competición. Más de tres meses pasaron desde que el Cádiz jugara en Lugo hasta el encuentro ante el Rayo Vallecano del pasado 14 de junio, el primero post confinamiento en la liga.
El regreso de la competición estuvo marcado por estadios completamente vacios, campos de fútbol en los que únicamente se oían, y se siguen oyendo, a los jugadores. El ascenso a Primera no pudo ser celebrado por la afición. Los futbolistas lo hicieron de manera privada en la ciudad deportiva, y los seguidores del submarino amarillo en sus casas, a excepción de unos pocos que fueron a Puerta Tierra.
El inicio de la campaña 2020/21 empezó como acabó la anterior, sin hinchas en las gradas, y con una derrota en Carranza ante Osasuna que hizo saltar todas las alarmas.
A partir de ese momento, el Cádiz CF ha sumado algunos triunfos que pasarán a la historia, como la victoria en San Mamés ante el Athletic Club con dos futbolistas menos, el partido ante el Real Madrid que supuso el primer triunfo frente a los blancos a domicilio y la victoria ante el FC Barcelona en Carranza.
