Tarifa acoge entre el 27 de mayo y el 5 de junio de 2022 la 19ª edición del Festival de Cine Africano de Tarifa-Tánger FCAT, festival transfronterizo del sur de Europa sobre los cines de África y sus diásporas.
La presentación de Gigantes, exposición de Maïmouna Guerresi (autora del cartel), ha marcado la antesala de la inauguración. Una espectacular muestra en la fachada lateral del Teatro Alameda que ha contado con la presencia de Francisco Ruiz Giráldez, alcalde de Tarifa; Mane Cisneros, directora del FCAT e Irene Miranda (Grupo Absolute). Con el título de Gigantes, producida y patrocinada por Grupo Absolute, además de contar con el patrocinio de Metrovacesa, la artista italo-senegalesa llenará esta edición de toda la fuerza y belleza africana, de la diversidad cultural y la espiritualidad humana que sus figuras representan.
La gala de inauguración, dirigida por María Orellana y presentada por el actor tarifeño Juan Fleta, ha recreado un rodaje en directo con cuatro actores que han protagonizado los roles de regiduría, maquillaje, atrezzo, limpieza y petición de aplausos. La energía femenina del cartel de esta edición, en alusión al mestizaje cultural y espiritual entre las dos culturas, ha cobrado vida gracias a la performance de Clara Otero. En un primer pase ha “salido del cartel” la mujer de rojo; en un segundo pase, los hilos se han transformado en una gran madeja que la bailarina ha ido atravesando. Clara Otero, bailarina gaditana, ha estudiado en los conservatorios de danza de Sevilla y Cádiz y ha actuado en festivales como Cádiz en Danza y Mes de Danza de Sevilla.
La gala ha contado con la presencia de cineastas, actores y actrices como Salva Reina, Alexis Morante, Kirá Miró o Erika Etangsale.
Los adolescentes de Algeciras y San Roque, protagonistas del 19 FCAT
Mane Cisneros, directora del festival, ha recalcado en su intervención la relevancia de Salto del Eje, uno de los grandes proyectos vinculados al FCAT en esta edición: programa de creación cinematográfica en entornos desfavorecidos impulsado por el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil y Federación Pantalla; organizado por el Festival de Cine Africano de Tarifa, Fundación Márgenes y Vínculos y Coordinadora Alternativas; patrocinado por Grupo Red Eléctrica y en colaboración con Diputación de Cádiz y Ministerio de Cultura y Deporte.
El proyecto se ha iniciado con un piloto en el marco del FCAT, con adolescentes de los barrios de El Saladillo, en Algeciras, y Puente Mayorga, en San Roque, que presentarán en la gala de clausura dos cortometrajes y un making of. “Este programa propone un cambio de mirada sobre los entornos más inmediatos en los que viven los y las adolescentes, en el que ellos deciden qué y cómo contarlo, un metafórico “salto de eje” que se propone en última instancia interpelar a una audiencia amplia”, ha declarado Mane Cisneros.
La cotidianidad de un pueblo en busca de agua: tema central de la película inaugural del FCAT
La actriz, productora y directora franco-senegalesa Aïssa Maïga firma Marcher sur l’eau (Caminar en el agua), la película que ha abierto el 19ª FCAT. En Caminar en el agua, Aïssa Maïga muestra la realidad de Tatiste, un pueblo al norte de Níger que vive envuelto en una grave problemática de lucha por el agua en el contexto de calentamiento global.
Aïsa Maïga se sumergió en esta población nómada de Níger para conocer sus vidas cotidianas en relación al agua, el factor que determina y mueve el transcurso de sus días. La directora no solo tuvo que contar estas historias sino ganarse la confianza de un pueblo ajeno -aunque a la vez familiar-, para ella. Muchas personas nunca habían visto una cámara (o ni siquiera una película); y muchos niños se cansaban rápidamente a causa de la desnutrición que sufren. En mitad de este contexto tan complicado, Aïsa Maïga tuvo que aprender a contar cinematográficamente esta realidad.
El documental combina el relato documental con partes de ficción. En palabras de su directora: “La idea era filmar la realidad y, al mismo tiempo, provocar esta realidad induciendo situaciones. Mi enfoque sigue siendo profundamente documental, aunque recompuse ciertas escenas”, argumenta. “Aprendes a mirar a la gente, a observar el lenguaje verbal y corporal, a escuchar los silencios. Y también aprendes a adaptarte”.