—¿Qué balance haría de estos dos últimos años al frente de la asociación?
—Han sido dos años buenos. La asociación ha ganado peso en el Ayuntamiento y hemos logrado que se nos tenga en cuenta como a cualquier otra entidad del sector económico. Participamos en varios consejos.

—¿Qué objetivos se marca para esta nueva etapa?
—Lo primero será buscar alternativas para este periodo de crisis. Corren tiempos difíciles y es momento de tirar de la imaginación y poner en marcha nuevas ofertas y productos. Vamos a desarrollar distintas iniciativas para mejorar nuestra formación y optimizar nuestros recursos. A partir de enero habrá cada semana una actividad en este sentido, como catas de agua, vino y aceite, preparación de platos con nuevos productos, etc.

—¿Es tiempo de renovarse o morir?
—Sí. Hay que buscar nuevas ideas para atraer a los clientes. Con la crisis, la gente tiene poco dinero para gastar, pero algo sí que tiene, y ese poquito se lo gastará si le ofreces algo atractivo, buenos precios, actividades... La ruta de la tapa, por ejemplo, ha sido un éxito estos dos últimos años, por lo que hay que seguir apostando por actividades como esa para que la gente salga a la calle. Hay que darle alegría a la gente.

—¿Cómo ha afectado la crisis al sector?
—Está afectando muchísimo. Se ha notado en todo. Ahora por ejemplo, ha habido un descenso notable en las comidas y cenas de empresa. 

—¿Cómo son las previsiones para 2009?
—Intentamos ser optimistas, aunque todo el mundo lo pinta muy negro. Estamos un poco asustados pero, aún así, con muchas ganas de buscar soluciones. Hay motivos para ser positivos. Tenemos la fortuna de tener magníficas playas, buena gastronomía, monumentos, y un montón de atractivos más. Chiclana tiene potencial suficiente para atraer al turismo aún en crisis, sólo hay que saber venderlo.

—Al margen de la crisis, ¿qué otras preocupaciones tiene hoy día el sector hostelero en Chiclana?
—Sin lugar a dudas la estacionalidad del turismo. Desde octubre hasta Semana Santa estamos de vacío. El verano está prácticamente vendido, por lo que deberíamos poner más empeño en vender estas otras temporadas. Turismo siempre hay, de lo que se trata es de atraerlo hasta aquí. Creo que el Ayuntamiento y los sectores económicos deberíamos sentarnos e idear un plan para acabar con la estacionalidad. Otra de nuestras preocupaciones es la falta de mano de obra profesional. Hay mucha gente con voluntad de trabajar pero sin formación específica. La hostelería es un sector complicado, en el que no existen festivos, y por ello muchos pasan por este sector sólo de manera temporal hasta que encuentran otro empleo. Nosotros mismos hemos formado a nuestros trabajadores dentro de nuestros establecimientos.

—¿Qué opinión tiene la asociación sobre los siguientes proyectos pendientes? En primer lugar, desarrollo de Sancti Petri.
—Darle vida a Sancti Petri es darle vida a toda Chiclana. Generará trabajo y actividad y podría contribuir a romper con la estacionalidad.

—Tranvía.
—Estamos de acuerdo pero debe haber mayor información en torno a este proyecto.

—Ronda Oeste.
—Es importantísima. Chiclana tiene mucha afluencia de tráfico y, como ciudad que es, necesita de una carretera de estas características.

—Centro Comercial de La Longuera.
—Sin lugar a dudas necesitamos un centro comercial como el que se ha diseñado porque vemos cómo nuestra gente y nuestros turistas se van a otras ciudades a comprar, cuando Chiclana tiene capacidad para asumir eso y más. Hace mucho tiempo que debería haberse hecho un centro comercial aquí.