El Gobierno gibraltareño ha responsabilizado este martes a España por las colas que se han registrado en los últimos días en la Verja, acusando al Ejecutivo español de haber introducido cambios sin consulta previa con las autoridades del Peñón. Con todo, ha confiado en poder establecer un "nuevo sistema" que sea mutuamente beneficioso.
En un comunicado, ha indicado que aunque ya durante todo el mes de agosto se han producido "colas de forma esporádica" resultado de "la actuación de las autoridades españolas", desde el 24 de agosto "se introdujeron nuevas medidas sin previo aviso que implicaban el escaneado de un número significativo de pasaportes, incluidos los de los titulares de la tarjeta roja de residente en Gibraltar y de algunos ciudadanos españoles".
"Estas acciones provocaron rápidamente la acumulación de largas colas, que incomodaron a turistas y trabajadores transfronterizos", ha agregado.
Este lunes, prosigue el Gobierno de Fabian Picardo en su argumentación para responsabilizar a España, "se aplicaron nuevos cambios y las autoridades afirmaron que se había avisado a Gibraltar con quince días de antelación".
En concreto, del lado español de la Verja se procedió a "separar los vehículos de cuatro ruedas de los de dos ruedas, lo que provocó graves retrasos en hora punta para los trabajadores que cruzan a Gibraltar, la mayoría de nacionalidad española".
Tras implementar esta medida, "se pidió a Gibraltar que guiara a los vehículos por carriles separados, lo cual era físicamente imposible y habría puesto en peligro a los funcionarios de inmigración de Gibraltar", ha asegurado el Gobierno del Peñón, que expresa su disposición a "adoptar nuevas medidas de flujo de tráfico para separar los vehículos de dos ruedas de los coches" algo que asegura ya "lleva años haciendo en su propia zona de espera".
"Estos cambios en el flujo de tráfico deben ser objeto de consulta y acuerdo transfronterizos, no una imposición", ha recalcado el Gobierno gibraltareño, que defiende que "al actuar sin la debida consulta previa, las autoridades españolas competentes actuaron de una forma que causó los problemas experimentados ayer".
Con ello, las autoridades gibraltareñas vienen a refutar lo manifestado la víspera desde Cádiz por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien sostuvo que el Gobierno de Gibraltar conocía de antemano la creación del carril para vehículos de dos ruedas "para facilitar el acceso de trabajadores transfronterizos" y garantizar una mayor "fluidez".
"Por el lado gibraltareño no se han hecho las infraestructuras necesarias para poder hacer ese tráfico de dos ruedas y eso es lo que ha producido este embudo", resaltó el jefe de la diplomacia española.
Así las cosas, el Gobierno gibraltareño ha manifestado su deseo de "trabajar con las autoridades españolas competentes para establecer un nuevo sistema de flujo de tráfico que sea mutuamente beneficioso". Mientras esto ocurre, asegura que "no ha tenido más remedio que comenzar el escaneado recíproco, de manera aleatoria, de la documentación de los ciudadanos no británicos" que crucen la Verja.