El Gobierno de Gibraltar ha presentado una queja ante la Comisión Europea a raíz de los retrasos "provocados deliberadamente por las autoridades españolas" a las personas que pretenden entrar o salir del Peñón.
El Ejecutivo liderado por Fabian Picardo ha informado este jueves en un comunicado de que, además de una carta de protesta, el viceministro principal, Joseph García, ha presentado un documento con "información fáctica".
En la carta, García mantiene que, "si bien España tiene derecho a comprobar las personas y los bienes que pasan por la frontera, estos controles deberían ser proporcionados y no interferir con la libertad de movimiento de los ciudadanos de la Unión Europea a través de una frontera interna de la UE".
El informe, describe "el grave problema humanitario" que, según el Gobierno del Peñón, se creó cuando "miles de ciudadanos de la UE, entre los que había ancianos, personas enfermas y niños, se vieron afectados por unos retrasos que duraron hasta seis horas". Para ayudar a las personas que hacían cola a soportar unas temperaturas de hasta 30 grados centígrados, las autoridades gibraltareñas repartieron 11.000 botellas de agua.
TODOS LOS COCHES SON INSPECCIONADOS
García ha indicado que las autoridades españolas no tienen establecido un sistema de canales rojo y verde en la frontera --por el cual una persona no tendría que someterse a controles cuando no tuviera nada que declarar-- y que "prácticamente todos los coches que entran en España son parados e inspeccionados".
El informe entregado a Bruselas incluye datos estadísticos "detallados" sobre los retrasos que se han producido en la frontera durante los meses de junio y julio, más de 30 fotografías, recortes de prensa de medios de comunicación gibraltareños, británicos y españoles y, por último, una serie de críticas de empresas, organizaciones y políticos españoles por los retrasos.
Este miércoles, el Ejecutivo de Gibraltar había animado a los afectados a denunciar la situación ante el Servicio Europeo de Acción Ciudadana.