Una tranquila jornada de playa en Bolonia acabó en un importante susto para una familia que estaba en la arena junto a su bebé de 14 meses el pasado jueves. De repente, un perro, un mastín, que, presuntamente, andaba suelto, mordió en la cabeza a la niña, según confirmaron a este diario fuentes de la Guardia Civil y del 112.
Rápidamente, los familiares avisaron al 112. Eran las ocho y veinte de la tarde. Al lugar-cerca del puesto de socorrismo de la Cruz Roja, acudieron los servicios de emergencia y efectivos de la Benemérita.
La menor fue atendida allí mismo sin que fuera visto como necesario su traslado hacia un centro hospitalario por parte del 112, por lo que, en un primer momento, las heridas y arañazos causados no revestían gravedad y la pequeña se encontraba fuera de peligro.
No obstante, los padres decidieron llevarla al Centro de Salud de Tarifa. Allí fue atendida y se le realizó un parte médico y se activó el protocolo sanitario para este tipo de situaciones, según publicó EL Mundo, para constatar que el perro contaba con las vacunaciones en regla, como así resultó finalmente.
La dueña del can debe responder ahora ante la justicia, ya que la propia Guardia Civil ha abierto diligencias para averiguar todos los detalles de lo sucedido y esclarecr posibles responsabilidades.
En esta situación, la responsable de la mascota se enfrenta por un lado a posibles obligaciones judiciales dependiendo de varios factores.
Por un lado, tendrá que responder en proporción a si los daños producidos han sido leves-como parece ser el caso- o graves.
Por otro lado, también se enfrenta a una sanción administrativa respecto a la custodia del perro, ya que las primeras hipótesis apuntan a que el perro se encontraba suelto y sin bozal, lo que derivó en el ataque a la niña.
