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Chiclana

Chiclana en el tablero de un juego de mesa

Miguel Virués saca a la venta un juego de mesa de preguntas y respuestas para toda la familia que gana quien más sepa de Chiclana

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Chiclana en el tablero de juego

Chiclana en el tablero de juego

El juego para conocer quién sabe más del municipio es obra de Miguel Virués, un chiclanero afincado en Madrid artífice de un proyecto que surge a raíz de la proliferación de las redes sociales y lo que en ellas se empezó a publicar del pasado de la ciudad. “Yo me vine a Madrid por trabajo, cuando te vas haciendo más mayor empiezas a mirar atrás y comencé a mirar las páginas que se habían creado en Facebook del tipo Chiclana en Fotos y demás; eso, unido a mi pasión por los juegos de mesa, hizo que comenzase a barajar la posibilidad de crear algún día un juego de mesa”, recuerda Virués.

Después de cuatro largos años de trabajo, en los que el autor del juego recopiló información y apuntaba en una larga hoja de Excel las posibles preguntas y respuestas, ahora ve la luz para el disfrute de todos los chiclaneros que es fundamentalmente el público objetivo de este proyecto, aunque “también para aquellos que quieran conocer más la ciudad”.

El juego lo conforman un tablero dividido en cuatro zonas (El Lugar, la costa, el campo y La Banda), dos tipos de fichas, el peón, que es la principal, y el ayudante con el que intentar perjudicar al otro equipo, además de 380 preguntas. “El objetivo es ganar los cuatro souvernirs que hay en cada zona del tablero, la concha de la orejita en la zona de la Costa, la muñeca Marín en El Lugar, la uva en la zona del campo y el catavino en La Banda. Una parte fundamental en la creación de este juego ha sido Jesús Bey. Este chiclanero recién licenciado en Bellas Artes ha sido el encargado de la parte del diseño, juntos hemos hecho un equipo inmejorable”, subraya Virués, quien “utilizó a la familia y amigos como conejillos de indias para empezar a jugar antes de que el juego saliera a la venta, para ver dónde se podían encontrar los posibles conflictos en cuanto a la jugabilidad”.

El juego de mesa pone a prueba el nivel del chiclanero con preguntas como ¿Cómo llamamos a los cromos coleccionables?, ¿dónde se encuentra la parroquia de Nuestra Señora de Europa?, ¿a qué se debe el nombre del barrio El Pinar de los Franceses? Si has contestado bien a alguna de estas cuestiones, seguramente puedas hacerte con un souvenir y demostrar en casa o con los amigos lo mucho que sabes de tu ciudad, porque ese es el objetivo del juego, “ echar un rato agradable de sobremesa con los tuyos y acercar la historia y cultura de esta ciudad”, explica el autor.

La elaboración de este juego de mesa no ha sido nada sencilla, “la parte más complicada ha sido la de unificar criterios en cuanto a las preguntas, tuve que hacer una guía para que las cuestiones que fueran similares empezasen de la misma forma y economizar las palabras puesto que en cada cara solo admitía 250 caracteres. La redacción también me supuso todo un reto, como las respuestas tenían que ser muy concisas, decidí ampliarlas con un Saber más, para que los jugadores puedan conocer más, además les invito a que lo hagan en voz alta”, sostiene Virués, quien a través del juego también reivindica “nuestro habla. He querido recoger términos y nuestras expresiones que se encuentran recogidas por la RAE pero que, debido a la globalización, estamos dejando de usar”.

De este juego único, que está a medio camino entre el parchís y el trivial, se han vendido ya 200 copias de las 250 que conforman la primera tirada. “Está teniendo una acogida muy buena, y más si tenemos en cuenta el público objetivo. El juego ya ha viajado hasta Alemania y Reino Unido, también lo han adquirido algunos centros educativos de la ciudad, como el IES Pablo Ruiz Picasso, instituto donde estudié”, detalla. El juego se puede adquirir en diferentes establecimientos de la ciudad. Después de esta incursión en el mundo de los juegos de mesa, Virués no descarta “colaborar con otra localidad para hacer otro”.

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