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El Loco de la salina

Los analfabetos mandan

Decía San Isidoro de Sevilla (560 d.C. – 636 d.C.) sobre la importancia de los números: “Merced al número aprendemos a no ser engañados"

Publicado: 20/11/2022 ·
14:06
· Actualizado: 20/11/2022 · 14:07
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Autor

Paco Melero

Licenciado en Filología Hispánica y con un punto de locura por la Lengua Latina y su evolución hasta nuestros días.

El Loco de la salina

Tengo una pregunta que a veces me tortura: estoy loco yo o los locos son los demás. Albert Einstein

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Iba a escribir sobre el “solo sí es sí”, pero no, porque voy a terminar diciendo que “solo no es no”. No quiero ser más atrevido que algunos analfabetos y analfabetas que gobiernan este país, en cuyas manos, o en otra parte del cuerpo más sensible, estamos para desgracia de todos (y por supuesto de todas y de todes). Además, siento vergüenza ajena al contemplar con bochorno cómo hay gente que con menos luces que algunos barrios de La Isla, o con una simple licenciatura en Psicología, se atreve a legislar sin tener ni pajolera idea. Por lo visto, ahora lo que tienen que hacer los jueces es estudiar las perspectivas de género en los Códigos y en las Códigas. Si yo estoy loco, esta gente ¿cómo está del coco? El mundo anda descompensado, porque donde hace mucha falta que den la cara las feministas es en Irán, pero no irán.  

Así que hoy vamos a hablar mejor de algo que está muy de moda y que nos tiene el cerebro en movimiento. Son los números.

Decía San Isidoro de Sevilla (560 d.C. – 636 d.C.) sobre la importancia de los números: “Merced al número aprendemos a no ser engañados. Suprime de todas las cosas el número, y todo se extingue. Quítale al tiempo su cómputo, y todo quedará envuelto en la ciega ignorancia: el hombre no podría diferenciarse de los restantes animales, que ignoran la noción del cálculo” (Etimologías III.4.4).

El personal está manejando los números a una velocidad impresionante. Y voy a poner unos cuantos ejemplos:

1)    A diario, y desde organismos oficiales pagados por todos, nos están bombardeando con números y estadísticas descaradamente partidistas e interesadas sobre los resultados de las próximas elecciones. Lo que más nos duele a los locos es que nos tomen por tontos, sabiendo que somos locos, pero no imbéciles. Tanta insistencia da a entender que el personal cada vez va tragando menos, aunque todavía queda por ahí mucho atontado.   

2)    Parece que la humanidad ha llegado en este planeta a la cifra redonda de ocho mil millones de habitantes. Un bebé, al que le han puesto Damián, ha completado el número ocho mil millones, pero los locos no sabemos quién cuenta estas cantidades ni cómo se cuentan. Y encima dicen que para dentro de unos años, si Putin no lo remedia, la cifra se va a disparar hasta números increíbles. Los que saben del espacio nos están preparando ya el camino para que terminemos con nuestros huesos en Marte.

3)    El Sr. Feijoo propone sin el menor atisbo de sonrojo que hay que retirar de la circulación los coches que tengan más de diez años. Seguramente lo dice porque él, con su pedazo de sueldo político, no tiene ningún problema y puede cambiar de coche cada añito. Hemos llegado a la loca conclusión de que su nombre Feijoo es palabra compuesta de Feo y de Joo, del verbo joder. Y sin embargo, este señor ha perdido la gran oportunidad de decir exactamente lo mismo sobre los años que deberían estar los políticos en el butacón, sabiendo que muchos llevan toda una vida chupando de la abundante teta del poder. ¿Los retiramos a los 10 años como a los coches?

4)    La chapuza que van a hacer con la sedición recortando el número de años para que los colegas no pisen el talego es inminente y alucinante. La sedición la van a convertir en sedación, para que con la anestesia no nos enteremos de la mamarrachada que se avecina. 

5)    Finalmente voy a contar despacito hasta 10 para no decir más disparates de los precisos.

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