“Las conversaciones comenzaron el domingo en Osh y continuaron ayer también en Jalal-Abad. Por regla general, este tipo de reuniones concluyen de forma positiva”, indicó Farid Niyázov, portavoz del Gobierno provisional, quien indicó que en las mismas participan líderes y ancianos de ambas comunidades.
Agregó que las partes reconocen que los enfrentamientos fueron provocados y organizados, y señaló que gracias a estas conversaciones y a la actuación de las tropas y las fuerzas del orden, “la situación tiende a normalizarse”, informó desde Biskek la agencia rusa Itar-Tass.
El vicepresidente del Ejecutivo kirguís, Azimbek Beknazárov, señaló que en Jalal-Abad las partes llegaron a un acuerdo para poner fin al conflicto, entregar las armas y organizar patrullas conjuntas de policía y voluntarios de las comunidades locales para evitar nuevos choques.
“Los habitantes de la vecina región de Osh deberían seguir el ejemplo de Jalal-Abad y llegar también a un compromiso”, dijo.
Además, señaló que había visitado la frontera entre Kirguizistán y Uzbekistán, donde se concentra un gran número de refugiados uzbekos huidos de las zonas en conflicto, según Interfax.
El ministerio de Situaciones de Emergencia de Uzbekistán informó de que unos 60.000 refugiados están ya en la región uzbeka de Andiyán.