Cuesta creerlo, pero ya ha pasado un año desde que sucedió un acontecimiento que consternó a todo el pueblo de Chipiona. El 7 de octubre de 2022, Eric Caldwell, un joven militar norteamericano desapareció tras una pequeña discusión con su pareja. El misterio y la incertidumbre han rodeado desde entonces a un caso que, hoy, todavía sigue catalogado con la etiqueta de ‘irresuelto’.
Eric continúa en paradero desconocido. La Policía Local de Chipiona participó durante varios meses en una operación de búsqueda en la que también colaboraron muchos voluntarios, pero sin éxito. El pueblo se volcó con él. “Su desaparición tuvo mucha repercusión social en el pueblo”, expresa Rafael Márquez, jefe de la Policía Local de Chipiona y coordinador de la asociación SOS Desaparecidos en la provincia de Cádiz. Le buscaron por todos los medios, sin encontrar mayor rastro que una familia completamente devastada que, sin esperanza, ha decidido volver a Estados Unidos y los borradores de dos notas de despedida como pruebas de que pudo tratarse de una huida intencionada.
Los rumores acerca de que se encontraba hundido por un problema de depresión o de que tenía intenciones de suicidio, han crecido desde su desaparición ante la imposibilidad de dar con el verdadero motivo que le llevó a tomar la puerta de salida para nunca regresar. “Nunca más se supo”, lamenta Rafael Márquez. Las opciones de encontrarle son cada vez más escasas, aunque desde la Policía Local de Chipiona no pierden la esperanza. “Es cierto que, si andas escondido, has ganado. No hemos dado con tu paradero y por lo tanto has logrado tu objetivo, desparecer por unos días”, expresa a través de una carta publicada en su perfil de redes sociales. “pero solo por un instante imagínate una cosa ‘amigo Eric’: imagina que decides volver a la vida de todos, a la luz, a vivir con problemas y alegrías, imagina eso y que sales de tu escondite, solo un instante, imagínalo y piensa en esa mirada llena de alegría de quien te espera, 12 días después, en casa,.. imagínalo por favor amigo Eric y pregúntate, ¿no sería hora de volver?”, continúa la carta escrita con la esperanza de que, algún día, pueda volver.