El cuadro basado en el maremoto de Lisboa de 1755, situado en la capilla del Cristo de las Misericordias de Chipiona, ha pasado por un proceso de restauración de la mano de Amalia Belmonte. La fecha del cuadro es del todo desconocida y, aunque Belmonte pudo descubrir durante el proceso que ya había sido restaurado con anterioridad alguna vez, parecía necesario corregir “
daños estructurales” que había sufrido durante tantos años: la pintura estaba oscurecida por la suciedad del barniz, tenía un ligero desgaste en las capas pictóricas y muchas deformaciones en la superficie.
La parte más deteriorada, sin embargo, era el borde del lienzo, para lo que fue “imprescindible poner bordes de refuerzo”, explicó Belmonte. Confesó, además, que “
lo más difícil era desmontar el lienzo del bastidor, para lo que se encargó un nuevo bastidor de restauración”. Aplicó, a continuación, la limpieza de las capas pictóricas, lo que permitió ver todo tipo de detalles con mayor percepción, antes ocultos entre tanta suciedad como las almenas, los clérigos, la profundidad de la puerta y los movimientos del mar, aunque “la parte más importante es que
se puede ver hasta el color de la piel del cristo y la claridad del mar”, explicó la restauradora.
Ya para acabar, “se barnizó el cuadro con brocha y al cabo de los 5-6 días se aplicó el barniz final” lo que dejó como resultado un cuadro dotado de una mayor nitidez que, a partir de ahora, lucirá en un nuevo espacio dentro de la Capilla del Santísimo Cristo de las Misericordias.