La Vuelta, que comenzará en Benidorm con una contrarreloj por equipos, desvelará su recorrido mañana en Alicante y apostará "por lugares clásicos, algunos inéditos y trampas que den emoción a las etapas" hasta el último metro, fórmula que resultó un éxito en la pasada emoción.
Las etapas de montaña visitarán Sierra Nevada, Cabeza de Manzaneda, en Galicia, y La Farrapona, el puerto más alto de Asturias, estos dos últimos escenarios como puntos inéditos en la ronda. Además estará la guinda del Angliru y finales explosivos en Valdepeñas de Jaén y El Escorial. La contrarreloj larga se disputará en Salamanca con un recorrido de más de 35 kilómetros.
"El recorrido me gusta, es el que queríamos hacer, con las etapas deseadas, visitando la vertiente oeste de la península, a diferencia del año pasado, con etapas en Galicia. Buscamos que no haya etapas muy largas y que la carrera mantenga la emoción hasta el final. En definitiva, repetir el modelo. El 2010 dejamos el listón alto pero en 2011 estará igual o mejor", comentó a Efe Javier Guillén.
Con el adelanto de una semana sobre el comienzo habitual, la organización de la prueba espera más público en la calle y mayor seguimiento general de la carrera, ya que se trata de una semana del período vacacional y aún no hay colegio.
Dentro del menú de etapas, se incluyen dos en el País Vasco, con finales en Bilbao y Vitoria. Se juntarán el simbolismo y la historia.
"El regreso al País Vasco es una gran noticia, ya que teníamos muchas ganas de compartir la fiesta del ciclismo con la mejor afición del mundo. Además estamos ilusionados con el recorrido. La Vuelta vuelve adonde nació y retomamos la historia, un año después del 75 aniversario de la carrera", comentó Guillén.
A la presentación de la Vuelta no acudirán Ezequiel Mosquera, segundo en 2010, ni Alberto Contador, pendiente de resolución de un presunto caso de dopaje. El madrileño había anunciado su intención de participar en 2011. Ausencias que no merman la ilusión de Javier Guillén, convencido de que el ciclismo derrotará al dopaje.
"La Vuelta 2010 me dejó con un subidón considerable, pero es cierto que después, con el positivo de David García y el caso de Ezequiel Mosquera, que aún está pendiente, me llevé un chasco, porque ves que remontas y luego caes al hoyo. La batalla del dopaje se está ganando porque se destapan los casos y se persiguen. Tuve una decepción, pero me quedo con el alto listón deportivo de la Vuelta 2010 y vamos a ganar haciendo una prueba del máximo nivel", comentó.
El director de la Vuelta, no obstante, espera con impaciencia, pero sin obsesión, la resolución del caso Contador.
"El asunto Contador lo vivo con ganas de que se resuelva cuento antes. Como español y admirador del corredor le deseo la mejor suerte posible, pero no me puedo manifestar en ningún sentido. Me hubiera hecho ilusión que no hubiese pasado nada", comentó.
Guillén asegura que "la participación será del máximo nivel y habrá interés y competitividad hasta el último día", concluyó.