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El ‘bullying’ arde hasta las cenizas en una noche de San Juan especial

No se lanzaron fuegos artificiales, aunque se celebró un espectáculo que evocó el origen del ritual del fuego purificador entre batucada, danzas y tragafuegos

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Mojarse los pies, bañarse en el mar, saltar sobre la hoguera o arrojar un papel con un deseo a las llamas. Son muchos los rituales que existen en torno a la noche de San Juan, aunque el más conocido, quizás, es el de escribir en una hoja todo lo malo que sucedió el año anterior para después lanzarlo al fuego y verlo deshacerse hasta las cenizas. Todos desearíamos que fuese así de sencillo, que tan solo hacer eso fuese suficiente para liberarnos del mal: guerras, enfermedades e, incluso, el acoso escolar. Aun así, a modo de iniciativa para cumplir con el ritual, la delegación de Educación promovió una idea para acabar con esta pesadilla que viven muchos niños en su día a día. Colocó un cartel enorme con una mancha de mano pintada en el centro de la hoguera para hacerla desaparecer entre las llamas. Además, hizo partícipes a todos los presentes en esta lucha contra un problema social ofreciéndoles bengalas que encendieron de manera conjunta mientras ardía la hoguera en la playa de la Cruz del Mar. ABSA, la asociación contra el ‘bullying’ de Sanlúcar de Barrameda, también estuvo presente. Durante los últimos meses, han estado trabajando codo con codo con la delegación de Educación para fomentar la concienciación acerca del acoso escolar en la localidad de Chipiona por lo que, en esta cita especial, no podía faltar.

La noche de San Juan también contó con otros invitados especiales. Un grupo de animación formado por divertidos senegaleses se reunió en torno a la hoguera para ofrecer un espectáculo de batucada, danza africana, cantes y tragafuegos que evocó el origen del ritual del fuego purificador. Una alternativa que contó con la colaboración de la Peña Peñita para crear un ambiente sensacional ente la ausencia del tradicional castillo de fuegos artificiales que, por primera vez, desapareció como una forma de sensibilización hacia una parte de la ciudadanía que sufre ante el exceso de ruido, además de los animales domésticos y salvajes, tal y como se acordó en la sesión plenaria del pasado mes de abril. Una noche de San Juan diferente, pero especial.

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