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Cuando gatear es sinónimo de desenvolverse

"Andares" desarrolla con padres y niños talleres de psicoterapi

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  • Desarrollo de los sentidos -
Gatear es el primer movimiento del ser humano, en el que están presentes los padres y en el que un niño empieza a explorar el mundo. Pero gatear es también el primer paso para que el camino del niño sea el adecuado. Por ello es muy importante que esos primeros movimientos vayan acompasados con una buena relación paterno filial, que permite asegurar unos buenos “andares” en el futuro. El juego, sin ninguna duda, es uno de las mejores prácticas para que la relación con su entorno familiar y social funcione de una manera adecuada, pero hay que saber cómo se juega y cuáles son los juegos más adecuados para el buen desarrollo integral del niño en la familia.

Desde hace siete años el Centro de Orientación Familiar y Psicoterapéutico, Andares Sevilla intenta facilitar a los padres un lugar para la prevención y el cuidado del entorno del niño, un sitio donde jugar y disfrutar con sus bebés, ayudándoles a desarrollar sus cualidades y como principal instrumento el juego.

La capacidad de aprender de un bebé permite que adquieran con suma facilidad una serie de conceptos que permiten un buen desarrollo tanto social como educativo, en muchas ocasiones desaprovechado. Por ello Andares, desde su nacimiento, ha pretendido que toda familia que se acerque hasta su centro pueda adquirir una serie de herramientas para el buen desarrollo en el ámbito familiar del niño, así como del pequeño en la sociedad. Para ello cuenta con talleres desde recién nacidos hasta la adolescencia. En ellos padres e hijos crecen de manera conjunta “Los ejercicios que desarrollamos ayudan a profundizar en la relación y el contacto físico y emocional entre padres e hijos y por su planteamiento de actividad en grupo, ofrecen una experiencia diferente a la que el niño pueda recibir en cualquier otro centro educativo”, afirma Isabel Gallardo, la directora de este centro.

Mediante distintos juegos, talleres de música o pintura, el niño adquiere una relación afectiva y una confianza superior con sus progenitores según explica Isabel Gallardo, “obtendrá seguridad por la presencia activa de los padres en los grupos y disfrutará de un tiempo en el que su padre o su madre se dedica exclusivamente a él, fomentando la relación materno-paterno filial”.

Por su lado los padres mejoran su capacidad empática. “Los padres toman conciencia de la vida de su hijo, de sus sentimientos hacia su hijo y de su papel como padres y educadores. Además se identifican y aprenden con la actitud de los otros bebés y padres del grupo” comenta la directora del centro. Estas herramientas lúdico-educativas permiten un buen desarrollo integral del niño, así como la prevención del fracaso escolar y la violencia infantil

Beneficiados físicamente
Además de todos los beneficios emocionales, los niños pueden desarrollarse físicamente de una manera adecuada, y es que también aprenden educación postural, lo que permite mejorar la psicomotrididad de los niños. Así mismo, el centro también imparte cursos de musicoterapia para embarazadas quem entre otros beneficios, disminuyen la ansiedad de la mujer durante la etapa de gestación.
El centro Andares dispone un lugar con un entorno infantil donde la diversión, tanto para padres y madres como para sus hijos, está asegurada ya que es parte esencial de este proyecto psicoterapéutico infantil.

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