Fuentes de Asanda consultadas por Europa Press han precisado que, entre otros aspectos, "se permitía a las reses que se acometieran entre ellas, manteniendo las maromas destensadas" y que, a causa de uno esos supuestos enfrentamientos, "una de las reses quedó prácticamente moribunda".
"A pesar de estar el animal postrado, las maromas continuaban destensadas, por lo que la otra res la seguía acometiendo y acorneándola", han señalado para agrega que, finalmente, "la res herida, incapaz de levantarse, tuvo que ser cargada en un remolque y allí mismo fue apuntillada".
Asanda también argumenta que "todas las reses cascadas fueron inmovilizadas por el procedimiento de retorcerles el rabo hasta, a veces, su fractura", una acción que está específicamente prohibida por la norma 1.8.e. (retorcer, aplastar o romper el rabo de los animales o agarrar los ojos de cualquier animal).
En este mismo sentido, la organización argumenta que diversas reses sufrieron heridas sangrantes producidas por las caídas que les provocaban al tensarles las maromas en plena carrera. Todas estas acusaciones irán acompañadas por unas fotografías ilustrativas que, pese a todo, "son sólo una breve representación de las muchas tomadas evidenciando los mismos hechos que se denuncian".
Junto a la denuncia que van a presentar, Asanda va a remitir también una carta a la Consejería de Turismo pidiéndole una copia del informe que haya realizado de estos festejos y solicitando información sobre qué va a hacer al respecto.
La celebración de los tradicionales 'toros ensogaos' de Beas de Segura, unos festejos que se celebra desde el siglo XVI con motivo de la festividad de San Marcos y que está declarados de interés turístico andaluz, ha contado este año con la asistencia de entre 35.000 y 40.000 personas.